Cifras ponen en duda pertinencia de crear nuevas universidades estatales

La Presidenta Bachelet firmó recientemente el proyecto de ley que crea dos nuevas universidades estatales, en las regiones de O’Higgins y Aysén.

Hasta hoy no ha habido una discusión profunda respecto a qué se espera de estas instituciones de educación superior y cuál es el diagnóstico que sustenta su creación.

Para aportar a este debate AcciónEducar realizó un análisis busca entregar cifras que permitan entender de mejor manera el contexto en que se encuentra la educación superior, describe el proceso vigente para abrir y operar una institución y plantea una serie de interrogantes que deben ser resueltas antes de la creación de estas nuevas instituciones.

Principales cifras

Entre las cifras que muestra el análisis está que en 2013, Chile contaba con una matrícula de más de 1.180.000 estudiantes asistiendo a la educación superior. Ello corresponde, según la encuesta CASEN (2011) a una cobertura neta de 33,3% y una cobertura bruta de 45,8%. En un contexto internacional, Chile presenta una tasa de cobertura para jóvenes entre 20 y 29 años de 27%, similar a la que presenta el promedio de países de la OECD (28%) y superior al que presentan economías más desarrolladas que la nuestra como Gran Bretaña, Suiza y Francia.

Estos datos demuestran que el principal desafío de la educación superior en nuestro país tiene relación con elevar la calidad más que crecer en cobertura. Por otra parte, es cuestionable poner la prioridad en la inversión en educación superior teniendo en cuenta el impacto que genera en igualdad de oportunidades la educación inicial y las brechas que actualmente presenta nuestro país en los diversos niveles educativos respecto a los países más desarrollados.

En el caso de las regiones donde se pretenden instalar nuevas instituciones universitarias, la región de O´Higgins presenta 28,6% de cobertura neta por sobre a las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Maule y Los Lagos, todas las cuales cuentan con universidades estatales en su territorio. En el caso de Aysén el porcentaje de cobertura neta es de 22,4%, cifra que está por sobre de la cobertura de la región de Atacama, la cual sí cuenta con una universidad estatal.

Por lo tanto, los datos regionales demuestran que no existe una relación causal entre la existencia de una universidad estatal en la región y alta cobertura.

Sobre la existencia de instituciones de educación superior en estas regiones, se observa que en la región de O´Higgins hay universidades privadas y estatales, y en el caso de Aysén, dos instituciones privadas, una del CRUCH y la otra no, concentran la matrícula.

En términos del comportamiento de la matrícula, en el caso de O´Higgins se aprecia que de las cinco universidades estatales presentes en esa región, cuatro han tenido problemas para hacer atractivos sus proyectos educativos en la zona. El caso del cierre de la sede San Fernando de la UTEM es el caso más conocido. En el caso de Aysén se observa que la sede de la Universidad estatal de Los Lagos (estatal) no logró ser exitosa.

Toda esta evidencia da señales de que no hay buenos argumentos para que el Estado desarrolle proyectos educativos donde ya existe una oferta privada e incluso donde hay presencia de otras instituciones de su propiedad.

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