El Mercurio: Datos del Mineduc revelan que universitarios pueden tardar hasta una década en titularse

En los centros de formación técnica se demoran 6,5 semestres, mientras que en universidades se está, en promedio, seis años.

Por J. Herrera

Para elegir una carrera, el Mineduc y expertos recomiendan revisar los ramos, la empleabilidad y cuánto dura el programa a estudiar. Esto último, ya que si bien las instituciones establecen la duración formal de una carrera, los alumnos “tienden a demorar más tiempo en titularse”, según datos de un reporte del Mineduc al respecto.

El informe elaborado por el ministerio y con datos a 2016 revela que en promedio los jóvenes tardan 9,6 semestres en titularse y que el año pasado, los planes duraron 30,5% más de lo que debían. Podría parecer elevado, pero es 1,4% menos de lo que se registraba en 2014.

Los datos muestran que las carreras en las universidades, sobre todo en las del Consejo de Rectores (CRUCh), son más extensas: en promedio, 12,9 semestres.

Nivelación

Un informe del CRUCh, de 2012, planteaba que esto se debería a “la debilidad formativa de los estudiantes al ingreso, pues es frecuente que no se alcancen los logros de aprendizaje esperados en los niveles previos”, por lo que los planteles deben realizar “pruebas de diagnóstico y programas de nivelación”.

Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, dice que las pruebas de selección tendrían un rol clave: “Una de las principales funciones que se le deberían pedir es predecir el desempeño futuro”. Añade que “cuando uno ve que se demoran más, mucho de eso tiene que ver con falencias que traen desde la formación escolar”.

Con todo, Figueroa sostiene que “en general, mientras más selectiva la carrera y la universidad, las tasas de titulación tienden a ser más efectivas”. De hecho, el informe del Mineduc revela que aunque Medicina es uno de los programas más largos, es la que tiene una menor sobreduración (9,6% por sobre lo establecido formalmente).

Otro factor es el trabajo. El reporte del CRUCh sostiene que la mayoría de los programas de estudio se estructuran considerando dedicación de jornada completa, pero habría cerca de un 25% de jóvenes que trabaja y, más de la mitad, en el mismo horario.

“Asimismo, existe un número no menor de estudiantes que comienzan a trabajar al egresar sin realizar los trámites vinculados a la obtención del título profesional”, afirma el reporte.

Ante esa situación, Figueroa plantea si vale la pena tanta especificidad en ciertas carreras, ya que se podrían diseñar programas más cortos y “luego, a través de una formación de posgrado, los jóvenes podrían obtener distintas especialidades”.

Ver nota en El Mercurio.