“Establecer un puntaje mínimo obligatorio de ingreso para pedagogía no es una buena solución”

En el marco del anuncio del gobierno sobre el ingreso de un proyecto de ley sobre carrera docente se ha discutido la posibilidad de establecer puntajes de PSU mínimos obligatorios para los estudiantes que quieran ingresar a la carrera de pedagogía, del orden de 500 a 550 puntos.

Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar considera que una medida de este tipo no es el camino adecuado. Actualmente cerca del 70% de los egresados de pedagogía no alcanza los 500 puntos en la PSU.

“Creo que establecer de manera centralizada un corte en el puntaje mínimo respecto de una prueba que además es muy discutida como la PSU no es una buena solución. Es importante tener buenos alumnos, pero también hay que tener un sentido de realidad, no se puede pensar que simplemente por poner un puntaje mínimo de ingreso esos alumnos van a optar por la carrera de pedagogía. A los buenos  estudiantes hay que atraerlos con incentivos y mejores condiciones laborales y de desarrollo profesional”. Además agrega que “los alumnos que no tengan buenas puntajes, deben tener una oportunidad de formarse y luego desarrollarse. Alumnos con baja PSU pueden con esfuerzo y a través de una buena formación salir adelante y ser buenos docentes”.

En este sentido, Figueroa destaca que las universidades y escuelas de pedagogía son muy relevantes para mejorar esta profesión. Al respecto señala que “existe un desafío para las instituciones, las cuales deben ser capaces no sólo de formar a estudiantes con buenos puntajes PSU sino también darle valor, nivelar y hacer subir a aquellos que no rindieron bien en la prueba”.

El director ejecutivo también resalta la importancia de lo que el profesor aprende durante el ejercicio de su profesión, en el aula o en capacitaciones posteriores a su egreso.

“También hay un desafío del sistema escolar de tal manera que los alumnos lleguen mejor nivelados a la universidad. Además está la responsabilidad de un diseño de política pública que permita a los profesores desarrollarse y capacitarse durante su vida laboral y no estar exclusivamente condicionados a lo que aprendieron en su periodo de formación universitaria”, sostiene.