La Tercera: CRUCh advierte que alumnos que queden fuera de gratuidad tendrían que optar por el CAE

La Ley de Presupuestos 2016 consideró una disminución del 92% para el Crédito de Fondo Solidario, pasando de $ 77 mil millones a poco más de $ 6 mil millones. Esta situación fue advertida por rectores y expertos durante la tramitación del erario nacional, pero no consiguieron que fuera revertido, ya que el Ministerio de Educación (Mineduc) argumentó, en ese momento, que la demanda por este crédito bajaría debido al inicio de la gratuidad.

Ahora existe preocupación en el Consejo de Rectores (Cruch) por el escenario que podrían enfrentar los estudiantes de sus universidades, que estén preseleccionados para la gratuidad, pero que quedarían excluidos del beneficio por no cumplir con los requisitos académicos. En este punto, ya ha sido público un importante número de casos de alumnos que excederían la duración formal de la carrera, situación que, además, los deja sin poder optar a becas y con la sola opción del Fondo Solidario (que cubre hasta un 50% más de la extensión de la carrera) o el Crédito con Aval del Estado (CAE).

El rector de la U. de Valparaíso y vicepresidente del Cruch, Aldo Valle, advirtió que en las universidades hay un déficit de al menos $ 70 mil millones para poder otorgar el Fondo Solidario. “Estamos preocupados. Si nuestras universidades no tienen recursos para entregar este crédito a quienes lo necesiten, esto puede obligar a los planteles del Cruch a llevar a sus estudiantes hacia el Crédito con Aval del Estado”, explicó Valle.

En esa línea, la autoridad académica explicó que “le hemos planteado esto en muchas ocasiones al ministerio, pero no hemos tenido una respuesta concreta con respecto a la posibilidad de que inyecten más recursos. El gobierno sacó la cuenta de que los planteles ya no íbamos a necesitar más recursos para el Fondo Solidario, porque eso iba a ser cubierto por la gratuidad, pero creemos que hay un error”.

Aliro Bórquez, rector de la U. Católica de Temuco, también planteó su inquietud y dijo que “si efectivamente hay más alumnos que van a requerir del fondo y no contamos con los recursos, esto va a acarrear problemas a nuestras universidades”. Por ejemplo, dicho plantel necesitó para sus estudiantes con Fondo Solidario, $ 5.400 millones durante 2015, de los cuales $ 1.600 millones fueron aportados por el plantel y el resto por el Estado.

En tanto, su par de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, indicó que “da la impresión de que en el Presupuesto 2016 la cantidad de recursos para el CAE está inflada y eso debería revisarse para destinar recursos para la gratuidad y para el Fondo Solidario, porque esto se trata de defender a las familias de los estudiantes que más apoyo necesitan”.

Por otro lado, el rector de la U. de Los Lagos, Oscar Garrido, sostuvo que este fondo se constituía como un buen instrumento para poder atender las necesidades de los estudiantes. “Al no tener los suficientes fondos, obviamente afecta la gestión de las instituciones y la posibilidad de poder atender a los estudiantes que por algún requisito académico o problema familiar, pierden el financiamiento”.

Críticas

El director ejecutivo de Acción Educar, Raúl Figueroa, sostuvo que con esta situación “se redujeron los recursos para el fondo solidario suponiendo que un número de estudiantes iba a acceder a la gratuidad, pero hoy ni siquiera se sabe cuántos alumnos van a acceder a este beneficio”.

Para Figueroa “esto demuestra la necesidad de mantener mecanismos de ayudas estudiantiles complementarios, con un buen sistema de becas y créditos para darle acceso a los jóvenes más vulnerables a la educación superior”.

Una postura crítica tiene también el académico de la U. Diego Portales, José Joaquín Brunner, quien señaló que esta falta de recursos para el crédito solidario “es uno de los problemas que emergen a partir de una gratuidad parcial y mal diseñada, que ha tenido múltiples efectos en las universidades y también en los estudiantes, que no saben si van a ser acogidos y si recibirán el pago de sus carreras o si necesitarán recursos para cubrir los aranceles”.

El movimiento estudiantil ha sido crítico de la decisión del ministerio desde un comienzo. Para Marta Matamala, presidenta de la federación de estudiantes de la U. de Santiago y vocera de la Confech, no es sorpresa que exista esta preocupación, luego de que disminuyera el presupuesto del fondo. Para ella lo principal es que “el Mineduc debe brindar a los estudiantes una solución para que no implique mayor endeudamiento”. La dirigente manifestó que “la cartera es responsable de esto. El aumento del CAE es una decisión política y no va en beneficio de los estudiantes. El Mineduc es responsable”.

En tanto, Carolina Figueroa, presidenta de la federación de estudiantes de la U. Diego Portales y vocera de los planteles privados en la Confech indicó que “esto demuestra que el gobierno sólo entrega una beca. Permite que la banca privada coopte los créditos universitarios, lo que hará que más familias se endeuden”.

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