La Tercera: OCDE; chilenas con estudios superiores ganan 65% de lo que reciben los hombres

Informe “Education at a Glance 2018” arroja que nuestro país presenta la brecha de género más alta, entre un total de 37 naciones.

Por D. Muñoz

El informe de la OCDE “Education at a Glance 2018” reveló las brechas de género que existen en Chile en acceso al trabajo y en los sueldos. En el documento se da cuenta de que en 2015 las mujeres con estudios superiores ganaron el 65% de lo que obtuvieron los hombres con el mismo nivel educacional, “lo cual contrasta con el 74% alcanzado por el promedio de los países OCDE. Esto corresponde a la brecha salarial más importante entre los países analizados, justo después de Brasil”.

El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, indicó que para tener una idea más clara respecto de estas cifras “es fundamental profundizar, pues detrás de este dato se puede estar escondiendo un acceso diferenciado de hombres y mujeres a carreras de mayor rentabilidad, eventualmente relacionado a los sesgos de género del sistema escolar y de la PSU”.

En Chile, los hombres y las mujeres alcanzan una cobertura educativa parecida. Por ejemplo, entre las mujeres de 25 a 34 años, el 31% cursó educación superior y 52% tenía escolaridad completa en 2015. En el caso de los hombres, el logro fue de 28% y 55%, respectivamente.

Además, el informe señala que “a pesar de contar con tasas de logro educativo similar, en Chile las mujeres tienen menos probabilidades de encontrar empleo”. En promedio, dice el texto, el 79% de las mujeres de 25 a 64 años que ha egresado de educación superior posee trabajo remunerado, en comparación con el 91% que alcanzan los hombres. La brecha de 12 puntos porcentuales es más alta que la diferencia promedio en la OCDE, que alcanza 9 puntos. Pero es similar a otros países latinoamericanos.

La ministra de la Mujer, Isabel Plá, explicó que los análisis de las carreras que eligen las mujeres muestran que ellas se matriculan en las de menor empleabildiad y sueldos en comparación con los hombres que prefieren más las ingenierías, por ejemplo. “Por este motivo ellas empiezan a competir en el mercado laboral con una diferencia que las perjudica y es por esto que le pedimos a las universidades del Cruch que puedan motivar a las mujeres para que en el proceso de admisión 2019 postulen a otras carreras que tradicionalmente han tenido más matrícula masculina”, indicó Plá.

La directora de Política Educativa de Educación 2020, Nicole Cisternas, dijo que “estos indicadores respaldan la importancia de priorizar medidas que apunten a una educación no sexista desde una perspectiva integral, es decir, desde la generación de políticas públicas que articulen medidas en ámbitos estructurales, la gestión de las instituciones educativas y las prácticas pedagógicas”.

La académica de la U. Arturo Prat y coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género de la Agrupación de Ues. Regionales del Consejo de Rectores, Antonia Santos, señaló que “la brecha es muy alta, lo que indica que la discriminación sigue activa y que las leyes dispuestas para atender esta diferencia no se cumplen”.

Entre 2010 y 2015 el gasto por estudiante en instituciones de educación básica, media y superior subió 10%, mientras que el aumento promedio de los países miembros de la OCDE fue de 7%.

Pero, por otro lado, el gasto por estudiante en instituciones educativas de Chile es uno de los más bajos del grupo. En 2016, Chile gastó US$ 4.996 por estudiante en educación básica y media, y US$ 8.406 en educación terciaria. Mientras que los promedios OCDE llegan a US$ 9.276 y US$ 15.474, respectivamente. Si se compara con A. Latina, Chile aparece con un gasto mayor por estudiante que Brasil, Colombia y México.

Respecto de quién financia la educación superior, el análisis da cuenta de que “los hogares son los principales contribuyentes, ya que financian el 57% del gasto”.

Según Rodríguez, las métricas de la OCDE para estudiar el financiamiento “no se ajustan bien a sistemas mixtos y basados en aranceles, como EEUU, Inglaterra, Japón, pues están diseñados para sistemas fundamentalmente estatales financiados basalmente a través de impuestos. Por esto, el informe no refleja correctamente la magnitud de ayudas estudiantiles como becas, créditos y gratuidad para Chile, subestimando el gasto público”.

Uno de los datos que más llamaron la atención del Ministerio de Educación se refiere a que menos del 1% de las personas adultas que tiene educación media completa tiene un nivel alto de comprensión lectora, versus un 7% de promedio OCDE. Además, se señala que solo el 5% de los adultos con educación superior tiene un alto nivel de comprensión lectora, mientras que el promedio del grupo es de 21%.

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