Columna en El Líbero: Lecciones del Times Higher Education

Por Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar.

La semana pasada se dieron a conocer los resultados para este año del Times Higher Education Ranking para Latinoamérica, una de las instituciones más prestigiosas en cuanto a recopilación y análisis de datos sobre universidades de todo el mundo. Se trata de un estudio que evalúa a las universidades de acuerdo a 13 indicadores agrupados en diversas áreas: docencia, investigación, citas en publicaciones académicas, alcance internacional y transferencia tecnológica.

En un contexto de reformas estructurales, la información que entrega resulta muy oportuna considerando que la Cámara de Diputados acaba de aprobar, en primer trámite, el proyecto de ley que reforma la esencia de nuestro sistema de educación superior. Asimismo, las conclusiones que muestra el estudio contrastan fuertemente con el tono crítico que ha imperado en el debate respecto de las características de nuestro sistema educacional y con el diagnóstico que ha servido de base a las reformas que el Gobierno propone.

En efecto, el ranking recién publicado da cuenta de un sistema en etapa de maduración y que se ha ido consolidando, fruto de la aplicación sistemática de políticas consensuadas a lo largo del tiempo, en materia de acceso y calidad. Aspectos como la autonomía de las universidades, la diversidad de proyectos y la posibilidad de escoger de los jóvenes han sido pilares fundamentales en el desarrollo de nuestro sistema de educación superior y son, precisamente esos principios los que se han puesto en duda con la reforma en trámite y que, de aprobarse, puede significar un estancamiento de nuestras instituciones.

Un análisis somero de los principales resultados permite verificar cómo en un sistema mixto, proyectos de diversa naturaleza se han ido desarrollando en forma exitosa. De acuerdo a este ranking, 15 universidades chilenas están entre las 50 mejores de Latinoamérica, cuatro más que en 2016. Dos de ellas, la P. Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile están entre las cuatro mejores. De las universidades chilenas mejor ubicadas en el ranking, cinco son estatales, seis son privadas que pertenecen al CRUCH y cuatro son privadas que fueron creadas con posterioridad a 1981. Algunas de estas instituciones, las pertenecientes al CRUCh, han desarrollado sus proyectos con gran ayuda del Estado gracias a los recursos públicos que reciben directamente; otras, las privadas post 1981, han logrado posicionarse sin estas ayudas.

El estudio destaca la alta tasa de participación universitaria en nuestro país y el alto nivel de la calidad investigativa, así como la alta inversión de recursos, tanto privados como públicos.

Ciertamente que aún hay muchos aspectos que mejorar en nuestro sistema y desafíos que enfrentar, como la calidad en un contexto de acceso masivo; pero la realidad es que las noticias son positivas. La pregunta que nos hacemos entonces es obvia: ¿Tiene sentido cambiar las estructuras de un sistema que está dando buenos resultados? Al Senado corresponde ahora dar una respuesta.

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Escrito por Raúl Figueroa Salas

Fundador y ex director ejecutivo de Acción Educar.