LUN: Así es el nuevo mapa de los alumnos de la educación superior chilena

Los IP son los que más han aumentado proporcionalmente su matrícula en la última década.

Por Ó. Valenzuela

En 2016 el Consejo Nacional de Educación dio su visto bueno a la solicitud de cierre voluntario del centro de formación técnica (CFT) Duoc UC; las carreras que dictaba se traspasaron a su instituto profesional (IP). ¿A ver, cerró el Duoc? No, para nada.

‘Fue sólo un traspaso administrativo que no afectó a los estudiantes o docentes, que siguieron con sus carreras en forma normal. El cambio lo hicimos para facilitar la articulación desde las carreras técnicas a las profesionales para aquellos alumnos que deseaban continuar estudiando’, aclara Carmen Gloria López, vicerrectora académica.

Esta decisión se entiende al revisar la tendencia de matrículas en nuestra educación superior, que desde 2009 muestra un estancamiento de los alumnos de CFT y un aumento de 97,1% en los IP, según las cifras oficiales del portal http://www.mifuturo.cl/ del Mineduc (ver tabla). Los datos muestran el número total de estudiantes matriculados en IP, CFT, universidades privadas y del Consejo de Rectores (Cruch), tanto estatales como públicas no estatales (por ejemplo la PUC, la U. de Concepción o la UTFSM).

¿Por qué suben tanto los alumnos de IP? ‘Hemos visto que desde la implementación de la gratuidad los alumnos han aumentado su interés por estudiar carreras más largas’, confirma López. En el Duoc, de hecho, este año subió la demanda por carreras profesionales (de 4 años). ‘Una hipótesis podría ser que con la gratuidad tanto para carreras de 2 como de 4 años, los alumnos ven que pueden estudiar más tiempo sin aumentar su deuda, como era antes con el CAE’, teoriza.

Coletazo de la gratuidad

Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, concuerda en que la política de gratuidad introdujo distorsiones a la hora de elegir carreras. ‘Hay un fenómeno que se ha ido observando: las personas que tomaban carreras más cortas, como las de los CFT, ya no tienen la restricción que significaba el precio de una carrera más larga. Y como el título en el mercado laboral parece no ser tan diferente, ahora optan por la universidad o el IP’.

-¿Eso le hace bien al sistema?

-Depende. El sistema se basa en la libre elección y mientras eso no se distorsione no es algo malo. Lo importante es que elijan con información adecuada y viendo las mejores opciones. Porque también ocurre que lo más barato es más accesible. La gratuidad, al eliminar la señal de precio, hace parecer que todo es igual, pero no es tan igual. Si voy a una universidad en que la carrera cuesta $5.000.000 y en otra está a $2.000.000, si es gratis puede que las vea igual.

‘Universititis’

Ariel Ramos, investigador de política educativa de Educación 2020, cree que la elección de carrera está relacionada con el tipo de institución más que con la duración de los estudios. ‘En su mayoría los alumnos escogen en primera instancia las universidades.

Nuestro país tiene alta universititis y en general no se aprecia que en el último tiempo hayan surgido políticas especiales para promover la educación técnico profesional. Eso lo vemos a nivel de educación superior y de enseñanza media, que siempre es como el pariente pobre al lado del mundo científico humanista’, comenta.

‘Hay políticas relacionadas con el financiamiento, pero no hay algo como fortalecer un área en particular del país y que va a estar apalancada en un conjunto de carreras técnicas que pueden servir como soporte para desarrollar un sector productivo. Todavía nos queda darle una vuelta a qué queremos potenciar en el mundo técnico profesional’, sostiene.

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