Carta al director en El Mercurio: Cierre de escuelas públicas

Por Raúl Figueroa Salas, director ejecutivo de Acción Educar.

Señor Director:

Respecto de lo planteado por el secretario ejecutivo de la Agencia de la Calidad de Educación en carta del lunes, creemos importante destacar la relevancia de la información y las consecuencias de la evaluación, que aunque por sí solas no resolverán el problema de la calidad de la educación, sí son parte fundamental en esa tarea. Por lo anterior, resulta inadmisible pretender que los establecimientos públicos no se hagan responsables ni rindan cuenta de los logros de aprendizaje de sus estudiantes, como actualmente pretende el Gobierno. El proyecto de ley de desmunicipalización excluye a la educación pública de una lógica que apunta a la calidad.

Si durante cuatro años una escuela falla sistemáticamente en su misión (enseñar a leer, por ejemplo), lo que corresponde es no seguir perpetuando dicha situación, puesto que los únicos afectados serán los propios alumnos. Cerrar un establecimiento implica una situación compleja para una comunidad; sin embargo, resulta mucho más perjudicial para dichos estudiantes y sus familias mantenerse en un colegio que a pesar del apoyo y las orientaciones no logra mejorar en lo absoluto. El cierre de una escuela puede ser la última instancia de un proceso que pone en el centro los intereses de los alumnos, quienes tendrán la oportunidad de recibir en otro establecimiento una educación mejor. Y eso es justamente lo que estableció la ley de aseguramiento de la calidad de la educación escolar y que ahora se busca intervenir.

Con esto en mente, ¿cómo les pediremos a las familias que elijan voluntariamente la educación pública?

Ver carta en El Mercurio.


Escrito por Raúl Figueroa Salas

Fundador y ex director ejecutivo de Acción Educar.