Carta al director en La Tercera: Gratuidad en la educación superior

Por Raúl Figueroa Salas, director ejecutivo de Acción Educar.

Señor director:

Más allá de las discriminaciones arbitrarias con las que el gobierno decidió avanzar hacia la gratuidad en la educación superior, no hay que perder de vista la advertencia de la Presidenta de que la gratuidad parcial será “sin becas ni créditos”. Lo anterior significa que el Estado dejará de entregar ayudas a los alumnos y pasará a asignar fondos directos a las instituciones para que éstas ofrezcan gratuidad a los alumnos que se defina.

Para establecer el monto que se otorgará a cada plantel el Estado fijará los precios de cada uno de los aranceles de las carreras (más de 12 mil) a través de una fórmula que se basará en los costos de una “universidad tipo” o “modelo”, con la que se determinará lo que cada plantel recibirá por carrera. Esta fórmula no representará la estructura de costos efectiva de cada institución, sino lo queun grupo de individuos ajenos a cada proyecto considera que debiesen ser.

Al fijar el precio del arancel, el Estado afectará la autonomía y calidad del sistema, porque determinará por esa vía el potencial de desarrollo de cada institución, el número de estudiantes que podrá recibir, las carreras que podrá impartir y la forma de llevar adelante el proyecto. El desarrollo de cada institución quedará limitado a lo que pueda hacer con los recursos que el Estado le asigne, fijando un techo a la calidad del sistema. Esto afectará aún más a las instituciones de mayor calidad, que requieren solventar sus mayores costos, por lo que si el arancel fijado no reconoce dichos costos, deberán, necesariamente, adecuar sus proyectos a la calidad promedio que el nuevo sistema determine.

Nuestro sistema educacional se ha desarrollado mucho, pero está lejos de un nivel óptimo y, por lo tanto, toda política que lo frene es un error.

Ver carta en La Tercera.

 


Escrito por Raúl Figueroa Salas

Fundador y ex director ejecutivo de Acción Educar.