Proyecto de ley ed. escolar: “Son medidas que no avanzan en calidad y que afectarán a muchas familias”

El lunes 19 de mayo la Presidenta Bachelet firmó un proyecto de ley que elimina el financiamiento compartido o copago y prohíbe el lucro y la selección en establecimientos escolares que reciben subvención estatal.

El investigador de AcciónEducar, Pablo Eguiguren sostiene que “se ha planteado que este proyecto buscaría generar mayor calidad y equidad al sistema educacional, pero no es evidente que esos sean sus efectos. Se trata de reformas que modifican aspectos estructurales pero no impactan en calidad de educación, sino que por el contrario se sabe que afectarán a muchas familias. Existen efectos negativos que no tienen su contraparte en beneficios claros”.

Sobre la prohibición del lucro, Eguiguren advierte que “con esta medida, muchos sostenedores, que han invertido en proyectos educativos y en su infraestructura, y que esperaban recibir un retorno de ello, con este nuevo panorama probablemente decidirán cerrar. Y eso es tan evidente que sucederá que el mismo proyecto plantea los mecanismos para que el Estado le compre a esos sostenedores sus terrenos e infraestructura”. Ante esta situación agrega que “se propone destinar cuantiosos recursos que saldrán de la Reforma Tributaria para que el Estado se haga dueño de infraestructura escolar que hoy ya existe y que fue levantada por los particulares. Es decir, se va a gastar recursos para cambiarle el dueño a esa infraestructura, pero no se inyectarán nuevos recursos al sistema para impactar en la calidad de la educación y en lo que sucede en la sala de clases”.

Sobre la limitación que establece el proyecto de ley a la creación de nuevos proyectos particulares subvencionados plantea que “si se busca fortalecer la educación pública o municipal deben tomarse las medidas para mejorar esa educación para que sea una alternativa atractiva para las familias, pero el camino para lograr ese objetivo no puede ser restringirle las opciones a las familias y forzar su elección”.

En los últimos años, la matrícula de los particulares subvencionados ha crecido sostenidamente. Incluso los alumnos de menos recursos (SEP) se han trasladado a este sector. Alrededor de un 45% de los alumnos más vulnerables asisten a colegios particulares subvencionados.

Sobre el fin al sistema de financiamiento compartido el investigador dice que “creemos que terminar con el copago no dice relación con mejorar la calidad del sistema. Al contrario, en algunos casos genera efectos negativos, porque el hecho de que las familias hoy hagan un esfuerzo adicional y se comprometan económicamente con la educación de sus hijos, tiene un impacto positivo en el sistema”.

Chile es un país que está creciendo, pero que aún tiene una importante brecha con países desarrollados. En los países de la OCDE el gasto anual por estudiante (escolar) es de 26% del PIB y en Chile ese gasto es de 18%, por lo que “se necesitan aún más recursos invertidos en educación y en este contexto el aporte de los padres que puedan hacerlo es aún muy relevante para la calidad del sistema”.

Además Eguiguren explica que aunque el Estado va a aumentar la subvención por alumno para intentar cubrir lo que aportan hoy los padres a través del financiamiento compartido, no logrará cubrir toda la brecha por lo que “habrá colegios que pueden ver amenazado su proyecto por la baja en los ingresos. Hay un porcentaje de colegios que probablemente no se puedan adaptar y que no les alcance sólo con lo que entregará el Estado y tendrán que cerrar o convertirse en particulares pagados, como ya hay casos anunciados”. La evidencia indica que los colegios con menos segregación son los que cuentan con SEP y copago, donde conviven estudiantes más vulnerables y otros de clase media o de más recursos que pueden aportar y con ello todo el colegio se ve beneficiado. “Entonces se toma una medida que se sabe va a afectar a colegios y a familias, pero cuyos efectos positivos no están claros. No hay evidencia contundente que nos permita visualizar que la segregación caerá una vez que se elimine el financiamiento compartido”, puntualiza.

Finalmente sobre el fin a la selección académica como método de admisión en establecimientos educacionales a partir de 7° básico, sostiene que “Establecer que un número específico de colegios puedan seleccionar, así como permitir que los establecimientos artísticos puedan hacerlo es un reconocimiento al valor que tiene este elemento”.

También cuestiona que se haya propuesto eliminar este método de admisión, entre otras razones, por los supuestos beneficios asociados al “efecto par”, sobre los cuales hay una sobreestimación si se observa que literatura experimental pone en duda tales efectos e incluso los contradice (Duflo, 2008 y Carrell, Sacerdote y West, 2011).