Las universidades privadas se financian principalmente por la vía de aranceles (84% de sus ingresos totales), a diferencia de lo que sucede con las universidades del Cruch las que obtienen financiamiento por otras vías, siendo una muy relevante la fuente estatal. Mientras que las universidades del Cruch reciben el 98% del total de los aportes estatales, las universidades privadas sólo acceden a un 2% de ellos.