Por Francisca Figueroa, investigadora de Acción Educar.
Ayer se aprobó en el pleno de la Convención Constitucional un sistema único de educación sexual integral.
No ponemos en duda la importancia del aprendizaje sobre la sexualidad humana, pero la enseñanza de ésta bajo una mirada única impuesta por el Estado atenta contra la libertad de conciencia y de enseñanza, al no considerar otras visiones que surgen de las propias convicciones de los ciudadanos.
El objeto de una Constitución democrática, así como el rol de un Estado laico, es resguardar los derechos de las minorías que pueden verse vulnerados por la imposición de modos de vida no compartidos.