Por Daniel Rodríguez, investigador de Acción Educar.
Señor Director:
En relación con su editorial sobre la acreditación de dos universidades, y a la carta de respuesta del presidente de la Comisión Nacional de Acreditación, señor Alfonso Muga, quisiera poner en vista un elemento.
La reforma a la educación superior que se tramita en el Congreso involucra cambios que profundizarán los problemas que tanto el editorial como la carta identifican. En primer lugar, la reforma establece un modelo único de calidad, con ninguna consideración de la misión o de las características de cada proyecto, que se erige como el paradigma contra el cual se miden todas las instituciones. En efecto, la nueva acreditación consiste en la verificación del cumplimiento de criterios cualitativos y cuantitativos sancionados por el Ministerio de Educación.
En segundo lugar, la posibilidad de intervención política directa sobre la acreditación, que preocupa en el caso de Inacap, es un hecho cuando el control de la institucionalidad está concentrado en autoridades nombradas por el Gobierno, que es justamente lo que la reforma propone.