Escrita por Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar
El Presupuesto 2023 del Ministerio de Educación aumenta de forma relevante los recursos asignados a las becas de arancel, instrumentos de ayuda estudiantil flexibles y compatibles con un sistema diverso y reconocido por la autonomía de sus instituciones de educación superior. Esto debe ser celebrado.
Sin embargo, en el ámbito técnico profesional (TP) para el cual hay acuerdo transversal respecto de su importancia estratégica, se requiere una corrección urgente. Los montos del beneficio de la principal beca TP, denominada Nuevo Milenio, no han aumentado su valor desde su diseño, en 2012, que es de 600 mil pesos por alumno.
Si corrigiéramos por inflación- como se hace para los aranceles de los beneficios que van a las universidades-, este monto debiera alcanzar los 920 mil pesos. Esta injusticia y discriminación, que termina pesando sobre la calidad de de los estudiantes, debe ser enmendada al menos en parte.