Por Francisca Figueroa, investigadora de Acción Educar.
Señor Director,
Se acusó de burda exageración el que la sociedad civil se levantará en contra de la Convención Constitucional cuando en la discusión del Reglamento se rechazó incorporar en el temario de derechos fundamentales el derecho preferente de los padres a educar a sus hijos. “Se discutirá después”, decían; mal precedente”, señalamos.
Ayer la Comisión de Derechos Fundamentales rechazó una indicación al artículo sobre libertad religiosa que incluía el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones. ¿Otra exageración o un nuevo mal precedente?
El bloque de educación aún no se discute, de modo que aun hay tiempo de que prime el ajustarse a los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Chile, en el que guste o no, la educación de los hijos conforme a las convicciones de los padres, es un derecho consagrado.