La aguda y prolongada crisis educacional de Atacama llevó al Congreso Nacional a exigir al Ministerio de Educación un protocolo de acuerdo que incluye, además de la pausa en los traspasos de algunos Servicios Locales de Educación, una serie de elementos de gran valor para el sistema educativo, como flexibilizar la ley SEP incluyendo a las escuelas especiales, modificar injustas restricciones a la creación y reconocimiento de nuevos establecimientos y potenciar tanto los liceos bicentenario como rescatar a los emblemáticos de su declive.
(Leer carta al director en La Segunda)
Es de la mayor importancia que estos compromisos sean cumplidos por el Ejecutivo en el espíritu del acuerdo, y que el Congreso sea un celoso garante de su ejecución. No sobra recordar que los beneficiarios del cumplimiento de este acuerdo son los estudiantes.