Señor director:
En su entrevista del sábado, el rector Ennio Vivaldi formula una pregunta, aparentemente retórica, pero que vale la pena responder. Dice: “Uno escucha cosas insólitas, como ‘la igualdad de los derechos de los que van a los sistemas público y privado’. Esto es una tomadura de pelo, de qué igualdad hablamos”.
Y bueno, hablamos de que el Estado trate igual a un niño que elige un colegio subvencionado que a uno que elige uno estatal. Ni más ni menos. La tomadura de pelo es lo que propone el borrador aprobado por los convencionales: garantías, protección y abundantes recursos públicos, a los que eligen lo estatal, y para el resto -el 55% del mundo escolar y el 83% del superior-, la duda y el silencio.