Por Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.
Actualmente, hay alrededor de 1.515.000 niños y jóvenes que se encuentran en comunas en fase 3 y 4 que podrían, eventualmente, asistir a clases presenciales cuando comience el año escolar.
Lamentablemente, el debate binario, del todos o ninguno, en que se ha convertido la discusión sobre el regreso a clases presenciales, impide atender las distintas realidades y opciones de cada comunidad educativa y, por tanto, darles esa oportunidad a estos estudiantes.
Hoy contamos con experiencia y evidencia que nos permite comprender que el perjuicio de mantener las escuelas cerradas-debido a las altas consecuencias en alumnos y sus familias-es mucho mayor a los beneficios ante el riesgo de contagio. Los colegios son espacios seguros en la medida que se cumplen los protocolos, incluso sin la vacuna de por medio.
Por lo mismo, es lamentable la posición de algunos alcaldes que se niegan a la apertura de sus escuelas, desconociendo las consecuencias en sus estudiantes y despreciando el trabajo y la preparación de las escuelas para tomar las medidas necesarias y elaborar sus protocolos.
Sus declaraciones-que poco atienden a razones de seguridad-no hacen más que generar mayor alarma e incertidumbre en las familias, remando en contrario al trabajo de diálogo que muchas escuelas ya han llevado adelante para generar confianza.
Ya es hora de que colaboremos todos de forma conjunta para que ninguna familia, ningún niño, se quede sin la oportunidad de poder asistir a clases presenciales por una discusión que se ha entrampado en las trincheras políticas.