Por Magdalena Vergara, investigadora de Acción Educar.
Sr. director,
En su edición del lunes se informó que, este año, cerca de 27 mil alumnos perderían la gratuidad por atrasarse en sus carreras. Al respecto, una de las soluciones planteadas es extender el beneficio por sobre la duración formal.
Sin embargo, esto hace un flaco favor a los fondos fiscales, aumentando aún más el déficit que ha generado la gratuidad y sosteniendo artificialmente una ineficiencia de nuestro sistema.
El Sistema de Financiamiento Solidario (SIFS) que se discute actualmente en el Congreso -crédito subsidiado contingente al ingreso y sin intervención de la banca, que requiere ajustes profundos- permitiría entregarles una solución a los estudiantes. Pero no se le ha dado la urgencia necesaria para avanzar en su tramitación. Es de esperar que este año traiga un nuevo impulso para sacar adelante esta política, que se hace cada vez más urgente, a medida que los efectos de la gratuidad se van haciendo más patentes.
Leer carta al director en La Tercera.