Columna en El Dínamo: Eliminación del Consejo Asesor de Educación Superior: un paso atrás

Escrita por Manuel Villaseca, investigador de Acción Educar

(Leer columna en El Dínamo)

Durante el año pasado, se conformó el Consejo Asesor para la Educación Superior. Esta era la primera y única instancia que reunía a todas las instituciones de educación superior, técnicas y profesionales, para asesorar al Ministerio de Educación. El Consejo era un grupo consultivo, cuyos acuerdos no eran vinculantes, contaba con un presupuesto propio y permitía la colaboración activa de ideas entre distintas instituciones. A diferencia del CRUCH, incluía también al resto de las universidades, institutos profesionales y centros de formación técnica.

Recientemente y mediante un decreto emitido sin consulta alguna a los actores involucrados, el Mineduc eliminó este Consejo. En la publicación del Diario Oficial (22 de julio) se señala que el organismo será reemplazado por otras instancias consultivas, de acuerdo con “las líneas programáticas del actual gobierno”. Sin embargo, en el documento “Hoja de ruta para el sistema educativo 2022-2026”, no hay mención a algún plan en específico.

El interés por alinear de mejor forma las distintas áreas de la educación superior, especialmente en términos de currículum y gobernanza, ha crecido en los países con mayor índice de desarrollo humano durante los últimos años (Hodge y Knight, 2021). Una mayor comunicación y coordinación entre los distintos actores de la educación superior chilena se encuentra, entonces, entre los objetivos que deberíamos perseguir como país para lograr una mejor transición desde la formación terciaria hacia el mercado laboral.

En ese sentido, resulta inexplicable la decisión de la Subsecretaría de Educación Superior de eliminar el Consejo, como también la ausencia de un plan transparente para reemplazarlo. Se afirmó que “estamos construyendo mecanismos eficientes y diversos que buscan fortalecer la relación con cada uno de los actores” del sistema. Esto, por un lado, no implica que sean mecanismos institucionales. Por otro lado, tampoco implica que vaya a existir una comunicación efectiva entre técnicos y universitarios, yendo totalmente en contra del objetivo descrito. Con todo lo que sabemos hasta ahora, podría tratarse de un grupo de WhatsApp.

Para lograr el salto al desarrollo, se requiere, urgentemente, un diálogo concreto y constante dentro de la educación superior, que permita formar mejores profesionales y técnicos. Una articulación eficiente entre la enseñanza terciaria y el mercado laboral depende de la adecuada coordinación entre Estado, universidades e instituciones técnicas. La decisión del Mineduc representa, entonces, otro paso atrás en educación superior, en un momento crítico post-pandemia, en el cual el mercado laboral experimenta rápidas transiciones en la demanda por profesionales y técnicos.

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Escrito por Manuel Villaseca

Director de Estudios (s)