Es fundamental que el Gobierno tome acción inmediata en retomar el proceso de licitación, siguiendo los protocolos de compra pública correspondientes. El problema es grave, y hasta hoy, el Ministerio ha mostrado un déficit de gestión que tiene consecuencias concretas sobre los establecimientos.
Recientemente se declaró desierta la licitación para el catastro de infraestructura escolar pública del país. Se realizaron apenas tres ofertas y ellas no cumplieron con los requisitos necesarios. Lo anterior nos sitúa muy lejos de conocer las necesidades de los colegios y liceos públicos, al no tener siquiera determinados quienes se encargarán de levantar la información correspondiente.
La situación es preocupante, ya que el último catastro se realizó hace una década. Y pese a que se cuenta con uno provisorio elaborado el 2020, este abarca una muestra limitada (6,2% de las escuelas) y no es representativo a nivel nacional. El Ministerio de Educación se comprometió a principios del año pasado con la elaboración de un nuevo catastro, que se debería haber comenzado a implementar el segundo semestre. Lo anterior aún no ocurre. Las licitaciones se pospusieron un año entero y el Mineduc ha invertido ingentes cantidades de recursos fiscales (50.395 millones de pesos, de acuerdo con lo expuesto en una sesión especial conjunta de la Comisión de Educación) sin tener una imagen clara del panorama.
La inversión ya realizada hasta ahora no es menor. Del presupuesto del Plan de Reactivación Educativa (250 mil millones), el 40% (100 mil millones) se ha predestinado al mejoramiento de la infraestructura de escuelas públicas, tanto municipales como de Servicios Locales y corporaciones de administración delegada. Aunque desde el año pasado resulta deseable una inversión en las instalaciones públicas del sistema educativo, las acciones del Mineduc parecen ser poco reflexivas, ya que se está ejecutando un gasto importante e irreversible, sin una visión clara de cuáles son realmente las zonas del país más presionadas.
Es fundamental que el Gobierno tome acción inmediata en retomar el proceso de licitación, siguiendo los protocolos de compra pública correspondientes. El problema es grave, y hasta hoy, el Ministerio ha mostrado un déficit de gestión que tiene consecuencias concretas sobre los establecimientos.
Cabe recordar que la infraestructura ha sido uno de los temas más presentes en el discurso del ministro de Educación. Si un tema que está tan instaurado en la agenda gubernamental se está llevando a cabo de manera ineficiente, ¿Qué podremos esperar de los asuntos que se le quedan en el tintero?