Columna en El Líbero: De las mejoras ni hablar

• 30 de Enero, 2020

Conforme a la nueva ordenación y respecto del año 2018, el 13% de los establecimientos con educación básica mejora su categoría, un 74% la mantiene, estando la mayoría de éstos en categorías alta y media, y un 10% baja de categoría. Cabe destacar que sólo un 6% de los colegios está en categoría insuficiente, cifra menor al del año anterior. Además, la mayoría de las instituciones que sostenidamente habían obtenido malos resultados, lograron revertir su situación, evitando así su posible cierre. Más allá de las críticas u opiniones respecto al cierre de escuelas, es necesario atender a la mejora que tuvieron esos establecimientos y en qué medida programas como “Escuelas Arriba” logran poner el foco donde realmente hace falta.

El Sistema de Aseguramiento de la Calidad permite identificar a aquellas escuelas con mayores necesidades. Y es la Agencia de la Calidad la encargada de evaluar a los colegios conforme sus resultados y apoyarlas de forma personalizada, fomentando el desarrollo de sus capacidades internas. Sin embargo, a pesar de la información que entrega, ha sido poco aprovechada por las políticas públicas, cuando precisamente el foco de éstas debiera estar en atender a tiempo a aquellas que son ordenadas en la categoría insuficiente.

En ese sentido, es necesario que programas como “Escuelas Arriba” no sólo se hagan cargo de aquellos establecimientos en peligro de cierre, sino que logren realizar una labor preventiva para todos aquellos establecimientos que se encuentran en categoría insuficiente y de aquellos que han bajado en ésta. En esta línea, la ordenación por categorías de desempeño debiera ser una herramienta clave para la nueva dirección de educación pública, de manera de coordinar las políticas necesarias, y entregar el apoyo técnico pedagógico que les encarga la ley a sus escuelas.

Es necesario seguir fortaleciendo los avances que ya ha tenido la política, como la incorporación de los nuevos indicadores de calidad que incluyen el clima escolar, la formación ciudadana de los estudiantes, entre otras variables, las que representan un avance importante con miras a perfeccionar y complejizar la definición de una educación de calidad.

Especialmente en el contexto que nos encontramos, es necesario dar prioridad a aquellas políticas que ponen su foco en la calidad y aprender a usar las herramientas que ya hemos creado para poder generar las mejoras. El Mineduc y la División de Educación Pública tienen aquí un gran potencial y con el impulso de los logros obtenidos por “Escuelas Arriba” se deben seguir generando políticas centradas en donde más se necesitan.

Por: Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.

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