Columna en El Líbero: ¿Tarea de quién?

Por Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar.

Nuevamente se está discutiendo en el Senado el proyecto de ley que busca prohibir que los profesores envíen tareas para las casas, pudiendo el establecimiento llegar a perder el reconocimiento oficial si incumple en ello. Razones de agobio escolar y eficiencia de la jornada escolar argumentarían esta medida.

Sin embargo, ¿son las tareas realmente un problema en nuestro país? Algunos estudios en América Latina muestran que éstas tienen impactos positivos (aunque bajos y moderados) y si nos comparamos con los países OCDE, estamos por debajo del promedio en cuanto al tiempo que dedican los estudiantes a las tareas fuera de la escuela. Por lo demás, no contamos con información para saber realmente cuánta tarea envían los profesores, con qué frecuencia o magnitud, si es un problema sistémico o acotado a ciertos colegios.

A pesar de ello, se quiere prohibir para todos los establecimientos y niveles de la educación escolar, sin considerar las diferencias y particularidades de cada uno. Tampoco considera la amplitud del concepto “tarea” o “deberes escolares”. Pedir a los alumnos que practiquen una poesía o un instrumento musical, que lean un libro, realicen un ensayo de PSU o preparen una disertación, ya no sería posible. Peor aún sería entrar a distinguir sobre qué constituye una tarea y que no, especialmente si esa labor queda en manos de la Superintendencia de Educación o si queda definido en la ley.

¿Realmente son los senadores quienes deben tomar este tipo de decisiones? Una vez más se arrogan una tarea que no les corresponde, cuestión que no es de extrañar, pues ha sido la tendencia en una serie de iniciativas del último tiempo. Nuevamente, y contrario a lo que muestra la evidencia, se limita una función propia del profesor y del liderazgo pedagógico. Son los directores junto a su equipo docente quienes están mejor posicionados para tomar estas decisiones, en función de su proyecto educativo, el perfil y necesidades de sus estudiantes. Cada profesor cuenta con la información para evaluar si enviará una tarea, y cómo utiliza esta herramienta dentro de sus métodos de enseñanza.

Si efectivamente se evidencia un problema, la vía es orientar y promover buenas prácticas y políticas de tareas al interior de los establecimientos. Mejorar la formación docente para que cuenten con las herramientas necesarias para tomar decisiones, y avanzar en capacitaciones y recomendaciones para que los establecimientos vayan instalando mejoras.

Es preocupante que las discusiones en el Congreso y los cambios legislativos que se proponen no conversen y vayan en dirección contraria a los esfuerzos que se han hecho para mejorar las prácticas pedagógicas y que órganos especializados como la Agencia de la Educación y el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (Cpeip) han llevado adelante para fortalecer el liderazgo pedagógico.

Es hora de que cada quien se dedique a la tarea que corresponde, y no sean los senadores quienes quieran tomar decisiones pedagógicas propia de la tarea de los establecimientos y profesores.

Leer columna en El Líbero.


Escrito por Magdalena Vergara Vial

Ex directora ejecutiva de Acción Educar