Columna en La Tercera: ¿Quién decide?

Por Raúl Figueroa, director ejecutivo Acción Educar.

El hecho que a la hora de elegir dónde seguir los estudios superiores un alto porcentaje de jóvenes chilenos decida hacerlo en universidades privadas y no en las del Estado ha sido una inquietud constante de sectores ligados a la Nueva Mayoría. Dicha preocupación se manifestó en el reciente encuentro entre parlamentarios y autoridades de gobierno, abriéndose éstas a la posibilidad que, en un plazo de 10 años, la universidades estatales matriculen al 50% de los alumnos del sistema. Los alcances de una medida como esa son diversos. Van desde la presión al gasto fiscal en beneficio de un grupo exclusivo de instituciones, hasta cuestiones más complejas como el rol que le corresponde al Estado en el respeto y promoción de la libertad de elección de los individuos.

Es razonable suponer que quienes exigen tal aumento de la matrícula estatal no esperan lograrlo sólo con la incorporación de nuevos jóvenes al sistema educacional, sino fundamentalmente redistribuyéndolos desde el sector privado. Lo anterior considerando que las tasas de cobertura en educación superior tenderán a mantenerse o, en el mejor de los casos, aumentar marginalmente debido a la baja en la tasa de natalidad y a que la reforma anunciada implica, por definición, restricciones al aumento de matrícula para permitir su financiamiento. Esta redistribución no sería grave si fuese el resultado natural de una opción de los estudiantes que ven en las universidades del Estado una alternativa más adecuada para sus intereses. Pero, salvo el caso de la Universidad de Chile que se caracteriza por su gran selectividad, la realidad muestra que los proyectos no estatales son en muchos casos más atractivos y, por lo mismo, preferidos por un elevado número de jóvenes.

La eventual imposición de un porcentaje de matrícula determinado en un grupo de universidades conlleva un desprecio a la voluntad de los individuos y se explica en la convicción de quienes la impulsan, que el Estado está en mejor posición que las personas para tomar sus decisiones.

Ver columna en La Tercera.


Escrito por Raúl Figueroa Salas

Fundador y ex director ejecutivo de Acción Educar.