Conoce el proyecto de ley de Kínder obligatorio

La iniciativa que modifica la Ley General de Educación, con el objetivo de establecer la obligatoriedad del segundo nivel de transición de Educación, actualmente se encuentra en Comisión Mixta. Esto después de que la Cámara de Diputados rechazara las modificaciones realizadas por el Senado.

¿Conoces en qué consiste, su tramitación y modificaciones?

Primero, hay que saber, que si bien esta iniciativa ingresó a la Cámara de Diputados en 2018, pudo haberse ingresado mucho antes, ya que desde el año 2013 fue aprobada de forma unánime en el Congreso la reforma constitucional que hace obligatorio el Kínder.

Pese a lo anterior, recién en septiembre del 2018 entró al Congreso el proyecto que hace operativa la reforma constitucional que mandata la obligatoriedad de este curso.

El fin es modificar la Ley General de Educación para hacerse cargo de las contradicciones que permanecen entre ella y la Constitución y de aquellos aspectos generales para que Kínder sea obligatorio.

Sin embargo, en su paso por el Senado un grupo de parlamentarios presentó indicaciones que luego fueron aprobadas en la sala, suprimiendo las normas principales del proyecto.

Principales afirmaciones que se han hecho respecto al proyecto y datos que permiten rebatirlas desde la evidencia:

1. Mito: El proyecto causaría que los párvulos prefirieran postular a escuelas antes que a jardines Junji para obtener un cupo en ellas vía Sistema de Admisión Escolar (SAE), privatizando la educación parvularia.

Esto la experiencia lo desmiente, ya que el alcance es acotado, únicamente hace operativo el mandato constitucional. Por otro lado, la cobertura del nivel es tan alta que no se generará ningún impacto en la distribución de los alumnos por tipo de establecimiento. Finalmente, no modifica el sistema de admisión a Kínder. Actualmente ya es conveniente postular a Prekínder vía SAE para asegurar un cupo en un establecimiento escolar (el 99% de la matrícula de Kínder asiste a establecimientos escolares y no a jardines infantiles).

2. Mito: El proyecto propendería a la escolarización temprana y sobre-escolarización en los colegios.

Lo anterior en la práctica no se condice, ya que el proyecto no modifica en nada lo que ocurre en la sala de clases de los niños de Kínder, puesto que existe normativa especial que se encarga de evitar esto. Asimismo, la iniciativa establece que promoverá el aprendizaje mediante experiencias significativas a través del juego, descubrimiento, resolución de problemas, educación de las emociones y creatividad. Además, establece que se debe certificar el hecho de haber cursado el nivel, evitando así que se introduzcan evaluaciones.

3. Mito: Los párvulos no asisten por falta de acceso o por falta de oferta.

Las cifras indican que el 65% de los niños que no asisten a los jardines lo hacen por falta de valoración de la educación parvularia (CASEN, 2017). Por otro lado, la mayoría de los niños que no ingresan por falta de acceso es por no haber vacantes en su primera opción, pero podrían haber encontrado en otros establecimientos cercanos (de ser obligatorio sí asistirían). A su vez, de los 6.350 niños que se espera se incorporen al sistema, el 95% se absorberían por la capacidad instalada. Respecto del 5% restante, el Ministerio de Educación (Mineduc) tiene identificados los pocos lugares en los que se necesita más infraestructura y el proyecto asigna recursos para ello.

4. Mito: El proyecto es innecesario porque ya hay cobertura del 97%, y no aumentará solo por una ley.

Si bien la cobertura es alta, la tasa de inasistencia crónica es muy alta también. De esta forma, puede que este proyecto por sí solo no aumente la cobertura, pero tiene un alto contenido simbólico y es una señal importante para darle al Kínder la importancia que merece. Por lo demás, actualmente hay una inconsistencia entre la Constitución y la ley: esta es una decisión ya tomada, de manera unánime por el Congreso, y se encuentra recogida en la Constitución desde el 2013.

5. Mito: Quienes no cursen Kínder no podrán entrar a primero básico, quedando fuera del sistema.

Lo anterior, se puede refutar por sí mismo, debido a que en todos los niveles hay estudiantes que no han cursado el nivel anterior, así que este no sería la excepción. Así como actualmente no haber cursado 1° Básico no margina a ese niño del sistema escolar, no se marginará a quienes no cursen Kínder. A lo que se suma, a que la Subsecretaria de Educación Parvularia, señaló que para el caso de Kínder la validación se hará de una forma específica mediante aprendizaje y juegos, descartando exámenes.

Descarga la minuta sobre el proyecto de ley de Kínder obligatorio aquí.

FOTO: Erika Fletcher on Unsplash