Crónica de Chillán: El impacto que tendrá en Ñuble la gratuidad en la Ed. Superior

Los gemelos Javier y Jaime, llevan tres años estudiando la misma carrera, pero en universidades distintas. Uno forma parte del Consejo de Rectores y la otra no, su resultado es que solo uno de ellos accederá a la gratuidad anunciada por la Presidenta en el discurso del 21 de mayo.

“Avanzando en nuestro compromiso de alcanzar la gratuidad para el 70% de los estudiantes más vulnerables de Chile al fin de mi período, a partir del 2016 aseguraremos que el 60% más vulnerable que asista a Centros de Formación Técnica (CFT), Institutos Profesionales (IP) acreditados y sin fines de lucro, o a universidades del Consejo de Rectores (CRUCH), accedan a la gratuidad completa y efectiva”, fue el anuncio que realizó la Presidenta el 21 de mayo y que dejó feliz a muchos, y a otros en un estado de incertidumbre.

¿Gratuidad?

Los casi 264 mil jóvenes son los que a nivel nacional podrán acceder a esta gratuidad y en nuestra región 58.420, quienes tendrán este beneficio, pero un 62%, que teniendo las mismas condiciones de vulnerabilidad, no tendrán gratuidad. Cifras que se replican a nivel provincial.

“Lo importante a destacar, de cómo va a operar la gratuidad en educación superior para el próximo año, es que se están introduciendo una profunda discriminación en educación superior que tiene que corregirse y esas discriminaciones tienen que ver tanto con el número de alumnos de la misma condición socioeconómica, que pertenece al 60 % más vulnerable, que quedan fuera de la posibilidad de acceder al beneficio de la gratuidad”, dijo Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar.

Es así como de las 42 instituciones educacionales que hay en la región, incluidas aquellas que son con fines de lucro y que no pertenecen al CRUCH, solo en siete de ellas los estudiantes más vulnerables podrán acceder a educación gratuita. A nivel provincial este mismo cálculo se repite en 10 instituciones de educación superior, para estudiar, y en solo en 3 de ellas se accederá al beneficio estatal.

Del resto, donde hay estudiantes que son parte del 60% más vulnerable, deberán pagar su mensualidad y mirar, desde la vereda del frente, como otros acceden a beneficios, que para ellos no existen ya que no escogieron la institución donde el Estado quiere entregar igualdad educativa.

“No es solo compleja la cantidad de jóvenes que quedan fuera del beneficio, sino que no existe ningún motivo razonable para dejarlo fuera, ya que las instituciones, a las cuales estos jóvenes acceden, están acreditadas y son instituciones que cumplen con todos los requisitos y demuestran tener los estándares de calidad que el sistema exige, por lo tanto no hay razón para dejarlos fuera y eso implica, en la práctica una profunda discriminación”, sostuvo Raúl Figueroa.

Para Acción Educar hay dos formas razonables de abordar esta problemática, “una es entendiendo ciertas restricciones presupuestarias y lo más razonable es establecer una política que no discrimine y eso se hace estableciendo requisitos por nivel socioeconómico, que no signifique dejar fuera a alumnos que han optado a instituciones que están acreditadas”, explicó Figueroa.

Otra fórmula es ajustar el porcentaje de alumnos y la vulnerabilidad, por lo que con los mismos recursos que se usarán para tomar la medida, se puede entregar gratuidad al 30% de alumnos más vulnerable.

“Creo que el anuncio de gratuidad es solo para las instituciones del Cruch y CFT e IP acreditados, y deja fuera a los más vulnerables, que son la gente que vive en provincia, que debe acceder a instituciones educativas que no están dentro de las exigencias que el Estado pide. Se genera una discriminación y una mayor desigualdad, el beneficio de gratuidad debería ir al alumno vulnerable y no a la instituciones y que sea el universitario vulnerable el que elija donde estudiar, si no se va a obligar a nuestros jóvenes a ir a estudiar a la capital regional o Santiago para obtener este beneficio”, analizó el senador Víctor Pérez Varela.

La gratuidad tramposa o el beneficio con letra chica, es catalogado por algunos el anuncio presidencial, que en un inicio dejó contentos a los congresistas, pero que al ser analizados con números en mano se estableció que la rentabilidad no era tal.

“Creo que es una reforma mal pensada, tan mal pensada que están diciendo que viene otra más, por lo tanto demuestra cierta improvisación. Son cosas no pensadas, porque dejar a los vulnerables afuera y generar pobres de primera y segunda clase, creo que es aumentar la desigualdad. Si se impone este criterio absurdo, es aumentar la desigualdad entre la gente de Chillán que no va a tener instituto que elegir y el alumno de Santiago que va a tener CFT estatales y eso demuestra que estamos improvisando”, agregó el congresista.

Injustificada

Como una discriminación injustificada, fue catalogado el anuncio presidencial, por parte de la Corporación de Universidades Privadas (CUP) la que representa casi a uno de cada cuatro estudiantes universitarios del país.

“Creemos que la propuesta de gratuidad para el año 2016 es injusta y discriminatoria con alumnos que estarán en el grupo elegible por sus condiciones socioeconómicas, pero no podrán hacer uso de su beneficio por no estudiar en una universidad del CRUCH o en un IP o CFT elegible. Manifestamos nuestra total sorpresa frente a esta discriminación, que va en contra de todo lo anunciado por este gobierno, y a las políticas seguidas por el país por larga data”, fue la declaración pública de la (CUP), entidad a la que pertenece la Universidad Adventista de Chillán.

Es así como de las universidades que tienen sedes en Ñuble se encuentran la Universidad Católica de la Santísima Concepción, la Universidad de Concepción, la Universidad Bio Bio la Universidad Tecnológica Inacap y la Universidad Adventista, estas dos últimas quedarán fuera de la nómina que se aplica el beneficio.

“Las oportunidades van a ser totalmente desiguales para los chilenos según el lugar donde vivan, lo que va en contra no solo de políticas sociales, sino también de descentralización. En resumen, no esperábamos una decisión tan injusta con chilenos vulnerables. Si el tema fuera, como parece ser, escasez de recursos financieros, lo lógico y justo es decirlo y distribuir lo existente entre quienes cumplen las mismas condiciones, sin discriminar entre ellos”, aseguraron desde la Universidad Adventista.

En tanto, para estudiantes de las universidades que están dentro de la política educativa que se aplicará a partir del próximo año, esta no afectará en aumento de alumnos que estudiarán gratis.

“Hemos analizado y a la universidad no le afecta mayormente, porque el 87% de los estudiantes tienen algún tipo de beneficio y alrededor del 70% recibe la beca bicentenario que cubre casi todo el arancel, pero nos parece que no tiene sentido hablar de gratuidad si ésta no es universal y el gobierno debe hacerse cargo de sus temas nacionales de educación. Que el financiamiento vaya dirigido a los estudiantes y no por lo que tienen las instituciones”, dijo Maickol Aroca.

Son los estudiantes, que quedan fuera quienes más critican la medida. Carlos Cordero, estudiante de construcción civil en el Inacap, aseguró que el gobierno no puede hablar de equidad o una educación con acceso a los sectores más vulnerables.

“Trabajo y estudio y además soy el jefe de familia. Estoy dentro del 60% más vulnerable y no puedo acceder a este beneficio, que mejoraría considerablemente mi situación económica, y la del resto de mi familia. La educación es un derecho pero entre comillas para quienes pueden pagar educación de calidad”, recalcó Carlos Cordero.

Ver noticia en diario Crónica de Chillán.

Ver estudio sobre discriminaciones regionales de la gratuidad.