Garantizar el acceso preescolar, implementar la carrera docente y tomar una decisión frente a la gratuidad serán desafíos del próximo mandato, sumado a la búsqueda de un ministro “político”.
Sin duda educación es una de las carteras más complejas de llevar en toda administración. Conflictos con estudiantes y gremios, trámite de proyectos y la amenaza constante de la rotación ministerial, son algunas de las dificultades que se muestran patentes. Y eso lo saben en el equipo piñerista.
Cercanos al comando afirman que los errores de la pasada administración fueron aprendidos, en particular lo que guarda relación con la aplicación de un “estilo técnico”.
El próximo titular del Mineduc, dicen, debe ser político. Solo así se podrá sacar adelante una agenda que busca avanzar en nuevas leyes y que desde marzo se encontrará con el desafío de implementar las reformas fraguadas en la administración Bachelet. Algunas de las cuales, cabe recordar, se siguen discutiendo hasta el 31 de enero.
Tres grandes áreas
Acción Educar es un centro de estudios dedicado al levantamiento de propuestas en materia educacional. Pese a que ha sido vinculado a Chile Vamos desde que su director, Raúl Figueroa, se integrara a la campaña de Sebastián Piñera, aseguran que se mantienen independientes. En ese plano, afirman que esperan seguir aportando al debate.
Daniel Rodríguez, investigador de Acción Educar, requerido por los futuros desafíos que se vienen para la próxima administración, señala que éstos pueden ser divididos en tres.
“En educación parvularia, el desafío principal es concretar el derecho al financiamiento garantizado y universal. En materia escolar, lo esencial es implementar la desmunicipalización y la carrera docente. En educación superior, la discusión está bastante abierta, pero nuestra impresión es que, independiente de ello, los cuestionamientos van a continuar. El financiamiento seguirá siendo el gran tema, en particular la disputa entre gratuidad y becas o créditos”, adelante Rodríguez.
Frente a los cambios que según su visión podrían apreciarse con el viraje del mandato presidencial, el especialista indicó que “quizás opten por modificar la Ley de Inclusión hacia una dirección que se sustentan sus principios ideológicos. Quizás flexibilizar sus limitaciones y también las normas del copago. Eventualmente, también modificar las fórmulas en las que se asignan los cupos”.
“El programa de Sebastián Piñera no es explícito en qué medidas tomará específicamente para resolver los temas de selección, copago y lucro. Lo que sí hace es dejar claro los principios en los que se sustenta, particularmente con permitir que los padres aporten dinero y puedan elegir establecimiento. Con el tema del lucro es menos claro. En los otros dos hay una declaración de principios”, añade.
Un ministro y un equipo
Julio Isamit fue parte del comando piñerista entre quienes se destinaron al área educación. En ese marco, pone el acento en la búsqueda del próximo ministro, ya que se trata una posición estratégica dentro del gabinete.
“Creo que un buen equipo de educación sabe complementar la dimensión política innegable de este ministerio, con la competencia técnica para hacerse cargo de la distintas leyes. Me encantaría que se designara a un ministro de tonelaje político que nos permite enfrentar los desafíos del próximo Gobierno en esta materia. La dupla de un ministro y un subsecretario alineados, con manejo político y competencia técnica, es ideal”, cree Isamit.
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