Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar expuso ante los diputados miembros de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados sobre el proyecto de carrera docente.
En la oportunidad valoró el objetivo general del proyecto que es atraer, seleccionar, formar y retener a buenos profesionales de la educación para que trabajen en los establecimientos educacionales del país.
Sin embargo recalcó que aunque la iniciativa, según lo ha declarado el gobierno, busca impulsar una carrera docente que no solo se base en la antigüedad del profesor para explicar los aumentos de sueldo, sino que también en su desempeño, este objetivo no se cumple porque el proyecto no incluye instrumentos que midan realmente el desempeño que tiene cada profesor en el aula o en su colegio, lo cual solamente puede ser medido de manera adecuada desde el propio establecimiento, de manera local, y no desde el Ministerio de Educación a través de una evaluación centralizada.
“El proyecto de ley contempla solo instrumentos centralizados para medir a los profesores y para establecer que estos vayan avanzando en su carrera y reciban mayores remuneraciones. En particular se incluyen pruebas de conocimientos disciplinarios o un portafolio que mide capacidades pedagógicas y que son realizadas por el Ministerio de Educación. Pero estos instrumentos no permiten evaluar adecuadamente el desempeño diario de los docentes en el aula y su impacto en el aprendizaje de los niños”.
De esta manera el proyecto no reconoce la importancia del desempeño y, por ende, no existe una asociación entre mayores remuneraciones, la continuidad laboral y un mejor desempeño. Este aspecto es clave para tener una carrera desafiante.
“Puede haber profesores que manejen bien los conocimientos de su disciplina y que tengan capacidades pedagógicas. Eso es importante y es el mínimo que se puede esperar, sin embargo que cumpla con estos requisitos no significa que ese profesor sea el indicado para un grupo de alumnos específicos o puede que no demuestre en el día a día esas capacidades o que no sepa cómo enseñar en ambientes de mayor vulnerabilidad. Todos estos aspectos tienen que ver con su desempeño diario en el colegio y es fundamental que se consideren”.
Raúl Figueroa destacó que quien está en mejor posición para medir este desempeño es el director y su equipo debido a su proximidad y su conocimiento del contexto particular que significa cada establecimiento educacional.
“El desempeño que un profesor tiene día a día en su colegio y con sus alumnos, no es algo que pueda medir el Ministerio de Educación a través de una prueba estándar. El proyecto de ley debiera incluir al director en la evaluación de los profesores y esta evaluación debiera tener consecuencias en la remuneración de los maestros y en su permanencia laboral”.
Existe amplia literatura y evidencia que concluye que es conveniente que los directores tengan este tipo de facultades. El liderazgo directivo es un factor trascendental en las mejoras de aprendizaje. Por esta razón es importante que se les entreguen las facultades para ejercer dicho liderazgo.
Acción Educar expuso dos propuestas para abordar este punto en el proyecto de ley:
Profesionales no docentes
Finalmente el director ejecutivo manifestó su desacuerdo con la eliminación que propone el proyecto de la posibilidad que profesionales no docentes realicen clases, lo que está contenido en el artículo 46G de la LGE. En total, un 2,3% de los profesores se encuentran en esta situación y en general se concentran en áreas donde hay escasez de profesores como química o física o en liceos técnico profesionales donde se requieren personas con alto conocimiento en la materia que enseñan. Además la legislación actual (decreto 238, Ministerio de Educación, 2014) contempla que estos profesionales, tras cinco años de hacer clases, deberán poseer el título profesional de educación, estar cursando estudios conducentes a dicho grado o bien acreditar competencias docentes a través del instrumento que para estos efectos ya estableció el Ministerio de Educación (prueba AVDI o AEP).
“Se ha dicho que el artículo 46 g hay que eliminarlo o modificarlo en el sentido que éste debiera promover que los profesionales no docentes certifiquen sus competencias pedagógicas. Sin embargo el artículo ya contempla lo anterior y justamente se hace cargo de esa necesidad e impone condiciones claras. Esto demuestra que la idea de eliminar el 46 g no tiene que ver con mejorar la educación sino con una protección gremial inconveniente por la que ha presionado el Colegio de Profesores y a la que el Ministerio de Educación cedió por razones de orden político”.
Puedes ver un estudio sobre el alcance, situación e impacto de los profesionales no docentes pinchando aquí.
Ver presentación de Acción Educar expuesta ante la Comisión de Educación.
Ver video de intervención de Raúl Figueroa en la Comisión (Desde el minuto 47)