Como parte de la inauguración del año académico 2015 de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar, Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, fue invitado a realizar una clase magistral sobre educación superior ante alumnos, profesores y autoridades de dicha casa de estudios.
En su exposición Raúl Figueroa destacó que la educación superior en Chile ha experimentado un aumento significativo de la cobertura, pasando de un 16% de cobertura bruta en 1990 a un 46% el año 2011 (CASEN): “La cantidad de jóvenes provenientes de los sectores más vulnerables de la población, que hoy acceden a las oportunidades que el sistema de educación superior ofrece, supera a la cantidad total de alumnos que ingresaban en los 80’s. De esta forma, es importante tener instituciones inclusivas y que impartan educación de calidad, pero para lograr esto, debemos tener instituciones que aporten en el ámbito de la cobertura”.
Sobre algunas de las reformas que está hoy realizando el gobierno en materia de educación superior, especialmente aquella que pretende instaurar un sistema de gratuidad universal, sostuvo que “se debe evitar que se instrumentalice el discurso del cambio y, de esta forma, focalizarnos en los verdaderos desafíos. El primero, sin duda, es trabajar para tener un mayor acceso de jóvenes con menos recursos a la educación superior, que se formen en proyectos institucionales de calidad y con un sistema de financiamiento adecuado al desarrollo de sistema educacional chileno de los últimos 30 años. Por lo anterior, soy enemigo de la gratuidad universal del sistema educacional, porque no genera mayor equidad y/o acceso. En lo personal, pienso representará un freno de mano a lo que se ha construido en las últimas décadas, como lo vemos en algunos de nuestros países vecinos”.
En Argentina por ejemplo, gran parte de las universidades cuentan con gratuidad universal, a pesar de ello, en ese país el acceso de jóvenes de los dos quintiles de menos ingresos es menor que en Chile y además se generan otros problemas como la deserción, donde ese país tiene una de las tasas más altas en esa materia. Además según los cálculos de diversos estudios, la gratuidad universal beneficiaría especialmente a quienes tienen más recursos, según un análisis de Acción Educar un tercio de los fondos que tendría que gastar el Estado para esta política se utilizaría para financiar los estudios del 20% más rico de la población.