América Palma, estudiante de Periodismo de la Universidad Católica —hasta el momento— no obtendrá el beneficio de la gratuidad. Ella cumple con los requisitos, pero un error administrativo del Mineduc la dejaría fuera del proceso. “Yo vivo con mi papá y mi mamá solamente y en el registro social incluían a mi hermana mayor”, cuenta.
A los ingresos generales les sumaron los de su hermana, quien ya no forma parte de núcleo familiar. América acudió a la municipalidad de su comuna, Rinconada de Los Andes, y le señalaron que desde el Gobierno tomaron datos antiguos, a pesar de que había actualizado su información a través del Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS). “Por este problema, quedé fuera de los quintiles que podían acceder a la gratuidad”, agrega.
Para América el año universitario comenzó el 2 de marzo, pero deberá esperar hasta el 27 de abril para apelar al Mineduc. Desde esa fecha, deberán pasar 15 días hábiles para que todos los alumnos involucrados cumplan el proceso de reacreditación. Para la respuesta, un tanto más. Al menos, en la página del ministerio, no han publicado una fecha límite para informar a los alumnos si accedieron o no a la gratuidad en Educación Superior.
Desde la Confech se encuentran realizando un catastro con la cantidad de alumnos que sufrieron complicaciones en el proceso. En una carta emanada desde el organismo estudiantil, presidentes de las federaciones de la Universidad de Chile, Universidad Diego Portales, Universidad de Santiago y Universidad Católica reclaman que “el ministerio es responsable de una grave falta de claridad en el proceso”.
A esta declaración se sumó el Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Talca, Ervin Castillo, quien comenta que en la Región del Maule hay más de 200 alumnos que están esperando una respuesta desde el Mineduc. “Se le vende un sueño a una familia, a un estudiante, y después se les cierra las puertas en sus caras”, comentó el dirigente.
El experto en la materia, y director de Acción Educar, Raúl Figueroa, anunció que “la política de gratuidad que ha impulsado el Gobierno ha estado marcada desde sus inicios por un fuerte grado de improvisación”, declarando además que “es una cuestión que debe ser corregida y asumida como responsabilidad por la autoridad”.
H.H.P, quien prefirió reservar su identidad, también se vio afectado por el proceso. En una decisión más radical, el estudiante desechó la posibilidad de estudiar con gratuidad, ya que alargar el proceso lo podía dejar sin la Beca Bicentenario de la cual es beneficiario, la cual cubre tres cuartos del arancel que paga en su carrera.
“En mi postulación tenía ingresos extra y nos hicieron documentar todo eso como parte del promedio mensual. Alegamos porque no era un reflejo de mi realidad mes a mes, ya que fueron dineros que recibí solo una vez en el año”, relata H.H.P, quien finalmente no accedió al beneficio por sobrepasar el corte familiar en solo 5 mil pesos.
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