Este año son ocho las carreras que cerrarán sus vacantes en nueve universidades: la mayoría de ellas son de regiones y relacionadas a educación.
A poco más de un mes de que los alumnos de cuarto medio rindan la PSU, muchos aún no han decidido a qué carrera ni a qué universidad postular. Hay 36 universidades adscritas al sistema de admisión del Cruch y según el Mineduc, en 2015 se impartieron 10.976 carreras y especializaciones.
Pero por suerte para los aún confundidos, desde ya pueden empezar a descartar algunas opciones: el Demre publicó la lista definitiva de programas de estudio de universidades del Cruch y las vacantes que ofrecerán. Y en esta oportunidad, hay ocho carreras en siete universidades que, pese a que no se cerrarán, no recibirán alumnos en el próximo proceso de admisión.
Una de ellas es la carrera de Piloto Comercial de la Universidad Técnica Federico Santa María, que para la admisión 2016 tenía 40 vacantes y que en 2017, pese a que la carrera seguirá funcionando, no recibirá alumnos nuevos. “En estos momentos se ha entrado en un proceso de reestructuración de la misma (carrera) y como resultado de ello, se está analizando un nuevo mecanismo de incorporación, razón por la cual no se consideró ingreso para el año 2017”, explicaron desde la dirección general de comunicaciones de la institución.
La Universidad de Magallanes no tendrá vacantes durante este 2017 ara la carrera de Enfermería, y la Universidad de Atacama no considera el ingreso de estudiantes para el plan de estudios de “Técnico universitario en minas”.
Pero si hay carreras que se han visto especialmente afectadas han sido las relacionadas con la pedagogía. La Universidad Católica de la Santísima Concepción no recibirá alumnos para Pedagogía Media en Religión y Educación Moral; la Universidad de Antofagastacerró el ingreso a Bachillerato en Educación; la Universidad de Tarapacá no impartirá Pedagogía en Química; y la Universidad de Playa Ancha no hará admisión para sus pedagogías en Matématica, y Química en el campus San Felipe.
“Fue por falta de postulaciones. No se puede impartir una carrera con menos de 5 postulantes”, explican desde Admisión de la UPLA, aunque aclaran que esta situación es puntual del campus San Felipe y que han ido aumentando las postulaciones en los últimos años. Claudia Valenzuela, directora de Admisión de esta institución explica que la falta de postulantes se debe en parte a que se exige tener un puntaje por sobre 500 puntos en la PSU para optar por pedagogía. “Y en la zona del Aconcagua no hay muy buenos puntajes”, dice.
Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, explica: “Se han ido instalando ciertas presiones en torno a las carreras de educación por las leyes que establecen entre otras cosas puntajes mínimos para los alumnos de pedagogía. En su momento diversos expertos advirtieron que esos criterios podían generar problemas en la admisión en particular en universidades de regiones, que tienen dificultades a veces para llenar sus vacantes por los puntajes”.
Aunque el experto advierte que el cierre de vacantes no es necesariamente algo negativo. “Si bien hay que preocuparse de que los alumnos no se vean perjudicados, por otro lado es interesante constatar que las universidades están en condiciones de identificar sus necesidades y adecuarse a lo que ellas y sus alumnos van necesitando (…) Porque hay presiones para que el Estado fije la oferta de ciertas carreras bajo el argumento de que hay una sobre oferta de profesionales. Y lo que estamos viendo es que sin la intervención del Estado, algunas universidades están tomando medidas para adecuarse, lo que habla bien del sistema y es positivo”, dice el experto.
En 2016 fueron 21 las carreras que congelaron el ingreso de estudiantes, y la tendencia también fue que la mayoría eran de universidades regionales. Figueroa advierte que esto debe analizarse con mayor profundidad, dada la creación de dos nuevas universidades del Estado en Rancagua y Aysén. “No hay una total claridad de la necesidad de creación de esas instituciones, y es probable que también les cueste llenar sus vacantes”.
“Será interesante cotejar la creación de estas universidades con la tendencia que apunta más bien a la reducción de programas en algunas áreas. Lo que lleva a pensar que más que intervenir el sistema desde el Estado, ya sea creando instituciones o fijando vacantes, hay que promover la capacidad de adecuarse de las instituciones existentes”, concluye Figueroa.