El alto puntaje de corte sobre los 500 puntos exigidos ha afectado principalmente a las universidades de regiones. En la UPLA explican que “como los puntajes son tan bajos a los alumnos no les alcanza lo mínimo que se exige para entrar a pedagogía”. La tendencia ha sido constante en los últimos años.
Este 2017 serán ocho las carreras que dejarán de admitir alumnos nuevos en las universidades adscritas al Sistema Único de Admisión y, de ellas, el 85% corresponden a distintas especialidades de Pedagogía. A modo de ejemplo, la Universidad Católica de la Santísima Concepción no recibirá alumnos para Pedagogía Media en Religión y Educación Moral; la Universidad de Antofagasta cerró el ingreso a Bachillerato en Educación; la Universidad de Tarapacá no impartirá Pedagogía en Química; y la Universidad de Playa Ancha no hará admisión para sus pedagogías en Matemática y Química en el campus San Felipe.
A su vez, universidades privadas también han anunciado el cierre de admisión para alumnos en algunas de esas carreras, como la Universidad Mayor, Viña del Mar y Santo Tomás, entre otras.
¿La razón? No se copan las vacantes. Una tendencia que se ha repetido con los años. En 2016 fueron cuatro las carreras de pedagogía que cerraron y en 2015 las distintas carreras de pedagogía fueron las que tuvieron más cupos sin ocupar durante el proceso de admisión. Los expertos y directores de las universidades apuntan a un requisito específico: la exigencia por ley de que los postulantes a algún área de pedagogía deban obtener sobre los 500 puntos en la PSU.
La Ley que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente pide actualmente que los alumnos obtengan 500 puntos o más en la PSU para optar por alguna pedagogía , y apunta a que en 2023 el puntaje requerido sea 550. Una iniciativa que no convence a todos los expertos y que ya ha provocado el cierre de carreras, sobre todo en regiones.
Raúl Figueroa, director de Acción Educar explica: “Como parte del desafío de mejorar la calidad de la educación siempre está la presión para que los jóvenes que ingresen a pedagogía tengan mejores puntajes en la PSU. Ese es un anhelo que parece razonable. Pero es muy importante tener claro que ese anhelo de mejorar la calidad de los docentes puede cumplirse haciendo más atractiva la carrera profesional de pedagogía, y no necesariamente subiendo los puntajes de corte, que puede tener efectos negativos”.
Directora de Admisión de la UPLA: “Aquí en el Aconcagua no hay muy buenos puntajes y alcanza para entrar a pedagogía”
“Lo que está ocurriendo con el cierre de carreras de pedagogía en parte obedece a que la realidad del país no se condice con las exigencias del puntaje mínimo que se ha instalado. Eso impacta sobre todo en el ámbito regional donde se sabe que esos programas tienen puntajes de corte más bajo. Es importante tener en cuenta que estos puntajes de corte afectan a un grupo de jóvenes que veían en la pedagogía un mencanismo concreto de acceder a la educación superior y tener una carrera profesional. Y eso es relevante considerando que los mejores puntajes vienen de niveles socioeconómicos más altos, y quienes tienen peores puntajes pertenecen a sectores más vulnerables”, agregó.
La directora de admisión de la Universidad de Playa Ancha,que debió este año cerrar sus carreras de pedagogía en Química y Matemáticas en la sede de San Felipe, explicaron: “Los jóvenes aquí en el Aconcagua no tienen muy buenos puntajes, son bajos. Y como son tan bajos no les alcanza lo mínimo que se exige para entrar a pedagogía. No tiene que ver con la carrera en sí, sino con los requisitos”.
Un estudio de la coordinadora Elige Educar, que estudia temas relacionados a la docencia, mostró que pese a las exigencias de puntaje este 2016 disminuyeron en un 3.2% los postulantes con 550 puntos o más a pedagogía. Aunque los puntajes mayores a los 700 puntos aumentaron un 16%, algo que es considerado como positivo por varios expertos.
Por ejemplo, en Enseña Chile, una fundación que capacita a profesionales de distintas áreas para hacer clases en escuelas vulnerables, creen que pese a que el puntaje de la PSU “no implica necesariamente que se vaya a ser un buen o mal profesor, es el sistema que mejor conocemos”. Y que por ello están de acuerdo con que se suban las exigencias de puntaje.
Pero las cifras muestran que efectivamente quienes se están quedando sin poder estudiar pedagogía son los sectores más pobres, sobre todo de las regiones. En la admisión 2016, el 71% de los estudiantes de colegios municipales obtuvieron menos de 500 puntos en la PSU, logrando un promedio más bajo los 475 puntos que exige el CRUCh para postular a sus universidades. Mientras que de los 100 colegios con mejores puntajes, 94 corresponden a colegios particulares.