Por: Romina Douglas.
Evitar un incremento exponencial de la deserción escolar y procurar un regreso seguro a las aulas con el fin de que no se sigan incrementando las brechas de aprendizaje, son dos de los retos más importantes a afrontar.
“Nos enfrentamos a una catástrofe generacional”. Así de tajantes fueron las palabras de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) -contenidas en el informe “Education during COVID-19 and beyond”- para referirse a los efectos que podría tener la pandemia en la educación.
Y es que, según el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, tras la crisis sanitaria y la suspensión de las clases presenciales, la deserción escolar se podría incrementar a tal punto de que se convierta en “un nuevo flagelo para el país”. Esto, ya que se estima que podrían abandonar sus estudios “más de 80 mil alumnos, además de los 180 mil alumnos que ya están fuera del sistema escolar”, afirmó el subsecretario en el marco del seminario “El sistema escolar y la pandemia”, el cual fue organizado por Acción Educar y se extendió durante dos días (11 y 12 de agosto), divididos en cuatro bloques.
Durante la última jornada de este seminario, -donde también estuvieron presentes Susana Claro, profesora de la Escuela de Gobierno UC; Juan Pablo Valenzuela, académico del Instituto de Estudios Avanzados en Educación e investigador del CIAE de la U. de Chile; Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar; y como moderadora Josefina Santa Cruz, decana de la Facultad de Educación de la UDD, el subsecretario de Educación hizo énfasis en lo fundamental que es, en la medida de que la pandemia esté controlada, concretar un retorno seguro, voluntario y gradual a las aulas, con el objetivo de disminuir las brechas que se acentuaron durante este período y hacer frente a los desafíos futuros de la educación.
Retos y acciones
Con el fin de evitar que se cumplan los desalentadores pronósticos sobre la deserción escolar en Chile, se conformó una mesa de expertos que “ha establecido 15 propuestas para hacerle frente a este desafío”, señaló Poblete.
Dentro de éstas, se destaca la entrega de lineamientos generales que permitan que sostenedores y directivos apoyen a los profesores en la realización de un trabajo a distancia; promover la matrículas de estudiantes que no lo han hecho en el proceso 2020; extender el Sistema de Alerta Temprana, asociado a la detección de quienes están en riesgo de abandonar los estudios, a todo el sistema educativo; brindar herramientas para identificar, gestionar y revertir el ausentismo crónico; y fortalecer y analizar espacios de mejora en programas que ya abordan la retención escolar, entre otras iniciativas.
Sin embargo, y con el propósito de que dichas medidas tengan un mayor impacto a la hora de evitar la deserción, es crucial que se retorne a las clases presenciales en cuanto las condiciones sanitarias lo permitan. Así lo planteó la ONU, que instó a los países a dar prioridad a la reapertura de los colegios.
A dicha petición se sumó el subsecretario de Educación, quien ante la interrogante, ¿por qué es importante abrir una escuela? Planteó al menos tres puntos importantes: primero, por los efectos físicos y mentales que la ausencia prolongada a las escuelas causará a los estudiantes; segundo, por la mayor repercusión que habrá en los alumnos de contextos más desaventajados, aumentando brechas sociales y posibilidades de deserción; y finalmente, por el efecto que esto podría tener al limitar la oportunidades futuras de los estudiantes.
“Hemos visto claramente cómo la escuela se constituye en un espacio de equidad, que obviamente le hace frente a las distintas brechas de aprendizaje que hoy comienzan a aparecer con más fuerza cuando no hay esa posibilidad. Cuando tenemos clases remotas aparecen temas como la conectividad, el apoyo sociocultural que los mismos papás pueden dar a los alumnos en la casas y la disposición de un adulto para acompañarlos, que son elementos que no estaban con los colegios, y por lo tanto, los colegios se constituyen en un elemento de equidad para el sistema”, destacó el subsecretario Poblete.
Por lo mismo, y ante la necesidad de volver a las aulas, el Ministerio de Educación ya dio a conocer las condiciones que se deberán cumplir en el marco del plan “Paso a paso” para reabrir las escuelas, que incluye medidas sanitarias y protocolos definidos en conjunto con el Ministerio de Salud.
Además, se estableció que el regreso a las clases presenciales será de carácter voluntario. En otras palabras, que los mismos colegios serán los encargados de decidir cuándo abrir en caso de que estén las condiciones necesarias para hacerlo, y de optar por ello, los apoderados podrán decidir si mandar o no a su hijo a clases en el establecimiento. Y, este regreso gradual a las aulas, comenzaría con los alumnos de tercero y cuarto medio.
“El colegio deje trabajar integralmente este retorno, es decir, con los profesores, con el equipo directivo, pero también con los estudiantes y con los papás”, aseguró el subsecretario de Educación, Jorge Poblete, frente a este relevante desafío que se avecina en materia de educación.
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