(Leer noticia completa en El Líbero)
«Hoja de ruta para el sistema educativo 2022 – 2026. Hacia el cambio de paradigma educativo. Nuevos sentidos comunes en educación». Ese es el título de un documento que el Ministerio de Educación (Mineduc) publicó en su página web el pasado lunes 4 de julio, pero que posteriormente fue eliminado del portal.
Aunque ya no figura, el documento fue de acceso público y Google lo mantiene entre sus registros. De hecho se puede acceder al archivo empleando el botón «En caché».
El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, señaló que “el paradigma que se propone es lamentablemente muy difícil de diferenciar de lo que la Convención estableció”.
“Si bien son ideas admisibles, como la de la plurinacionalidad y otras que podemos discutir, es de una gran imprudencia referirse a estas ideas desde el Estado en un período de campaña oficial, creo que bordea el intervencionismo electoral”, argumentó Rodríguez.
Y agrega: “Cuando se hacen este tipo de actividades se toma un riesgo enorme de caer en cosas que podrían calificarse de intervencionismo electoral, porque se tratan conceptos que están dentro del debate de la próxima elección, como es el caso de la plurinacionalidad”.
“La instrucción del Presidente de la República y de la Contraloría fue a la neutralidad y a la prescindencia. Y prescindencia es evitar utilizar recursos públicos y tiempo de trabajo que es pagado por todos los chilenos en hacer campaña o en manifestar una preferencia”, subrayó.
Respecto al documento, afirmó que “da la impresión de que su autor cree que la historia empezó con él y que la educación empezó con él, que todo lo que está antes no es más que una acumulación de abusos y excesos, cuando la verdad es que nuestro sistema educacional es el mejor de América Latina, el de mejor rendimiento en todas las pruebas internacionales, el de mejor cobertura en la región”.
Rodríguez pone la lupa en tres aspectos contenidos en la «Hoja de ruta». «Es incorrecto cuando dice que el antiguo paradigma es una educación sin perspectiva de género», asevera.
«El sistema educacional ha avanzado muchísimo en el reconocimiento de distintos tipos de derecho relacionados a esto y también en la igualdad entre hombres y mujeres. Entonces hablar de que el sistema actual no tiene perspectiva de género y ahora eso va a cambiar sin decir cómo me parece irresponsable e injusto», explica al respecto.
También es crítico en cuanto al hecho de que el documento señala que el subsidio a la demanda -figura en la que el financiamiento estatal se entrega directamente al estudiante a través de becas, o mediante subvenciones- genera desigualdad.
«Luego dice que el financiamiento basal -que es cuando los recursos se transfieren directamente a las instituciones educativas- va a asegurar la equidad de acceso y va resolver el problema. Eso no es cierto. Hay sistemas de financiamiento basal como el de casi todos nuestros vecinos de América Latina en los que la desigualdad es aún peor», indica.
En tercer lugar, Rodríguez critica que en el documento se hace referencia a que en el antiguo paradigma hubo «creación de mercados educacionales y abandono de la educación pública».
Leer noticia completa en El Líbero