El Líbero: Volver a clases, un tema tabú

Por: Maolis Castro.

Un eventual retorno a los colegios provoca desacuerdos por estos días. Incluso entre el Mineduc y el Minsal. Se trata de un asunto que expertos en educación piden que se comience a debatir y, en contraste, se intenta silenciar en sectores políticos. Hernán Herrera, presidente de Conacep, señala: «Es una medida impopular y se aprovechan de eso para destruir la posibilidad de conversar. Y advierte que los estudiantes de enseñanza básica (primero y segundo) y aquellos que cursan cuarto medio son los más vulnerables ante la inusual situación.

Un eventual retorno a los planteles provoca crispación por estos días. Fue el ministro de Educación, Raúl Figueroa, quien planteó la posibilidad de retomar las clases presenciales, siempre con las medidas necesarias de seguridad. «Si estamos en condiciones de abrir una escuela para que sirva de local de votación, yo me pregunto, y muy legítimamente, ¿no podemos, si se dan ahí también las condiciones sanitarias, abrirlas para que los alumnos puedan beneficiarse de ese espacio protector?«, dijo el martes en una sesión de la Cámara de Diputados. Esto, tras más de cinco mesessin clases presenciales.

Lejos de convocar a un debate sobre el tema, las declaraciones provocaron una serie de críticas, y la condena de diferentes políticos. El senador Guido Girardi (PPD) incluso tachó al titular de Educación de «irresponsable y negligente, y está atentando contra las políticas sanitarias», incluso pidió una sanción contra la autoridad. «No tengo por qué no creer que tras de esta insistencia está la idea de generar un rebrote e impedir el plebiscito porque (la pandemia de Covid-19) estará descontrolada en ese momento», especuló.

Tres días después, el ministro de Salud, Enrique Paris, se desmarcó de los dichos de su par, Figueroa. «Creo que el retorno a clases y el uso de los establecimientos educacionales como lugar de votación no tienen ninguna relación», aclaró en el balance del viernes, tras ser consultado por El Líbero.

Para concluir con el asunto, Paris señaló que no estaba previsto un pronunciamiento sobre un posible retorno a las aulas. «Los establecimientos educacionales normalmente y tradicionalmente se han utilizado en Chile para las votaciones de diferente tipo, por lo tanto, no hay una relación. Nosotros no podemos y no nos vamos a referir a que los establecimientos puedan volver a clases«, agregó.

Tal reacción ocurre un día antes de que el periodista Matías del Río, en su programa «Vía Pública» del canal 24 Horas, instara a debatir respecto a un regreso a clases, y apelando a estudios en los cuales se plantea la necesidad de que los niños retornen paulatinamente a sus colegios. «¿Por qué la vuelta al colegio no es tema? ¿Es un tabú? ¿Alguien nos prohibió hablar sobre el tema? Con protocolos, con cuidados, con horarios, una vez a la semana, un niño por clase, lo que sea… El Gobierno parece que no tiene piso para poner el tema con fuerza, el Colegio de Profesores siente que hasta el próximo año», reflexionó. De inmediato sufrió duros ataques en redes sociales, especialmente en Twitter, por sus comentarios.

Incluso, los gremios coordinados por la Secretaría de Educación de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), en conjunto con la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones) convocaron a un «paro nacional» que debía desarrollarse el jueves y ayer en rechazo a volver a los planteles. Todas estas organizaciones, con fuertes vínculos con el Partido Comunista.

Pero esa no es la opinión de todos. Al contrario. Hernán Herrera, presidente de Colegios Particulares de Chile (Conacep), considera «absolutamente» necesario conversar sobre el tema porque no existe reemplazo para las clases presenciales y tampoco se puede «aceptar» la pérdida de un año escolar, «sea por vía clases virtuales o presenciales». 

«Yo comparto que este es un tema que se tiene que conversar y el ministro Figueroa ha sido clarísimo en decir, primero, en el contexto del plan Paso a Paso, que la localidad decidida al retorno debe estar, al menos, en la etapa cuatro (fase inicial de apertura). Segundo, también el ministro de Educación dijo que será bajo estrictas medidas sanitarias, revisadas por el Ministerio de Salud, y nadie va a tomar la decisión sin ese visto bueno. A su vez, los colegios deben tener un estricto control sanitario. También ha dicho que habrá voluntariedad de las familias respecto a enviar a sus hijos y además de los propios colegios sobre abrir», explica a El Líbero.

Coincide con él Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, quien apunta a cambiar el enfoque del debate. «Tenemos que empezar a cambiar el foco de la discusión, ver el cómo y no tanto el cuándo. O planificamos cómo vamos a regresar y aprendemos el proceso, que es muy complejo, de cómo se va a poder regresar, porque si no tampoco vamos a poder hacerlo«, aconseja.

La experta en educación advierte que, a pesar de que «estén las condiciones sanitarias» en un futuro, pueden producirse problemas si los colegios carecen de planificación. «Creo que una parte se ha olvidado y se han obstinado en decir que casi se está obligando a las familias a volver y esto pasa mucho porque quienes discuten esto están viviendo en Santiago donde las condiciones claramente son muy distintas a la situación, por ejemplo, que se vive en la región de Los Ríos o en Los Lagos», refirió.

Herrera cree que se intenta vetar el tema porque carece de popularidad. «Nosotros, lamentablemente, en Chile, llevamos muchos años en que el tema de educación se ha escapado de la discusión importante, la calidad de cómo educar a nuestros hijos se ha transformado en una trinchera política.

Agrega que «cualquier cosa que se diga es tomada por los parlamentarios y, en opinión de la izquierda, como una cosa política y naturalmente no te da pie de discutir racionalmente. Es una medida impopular, y se aprovechan de eso para destruir la posibilidad de conversar, justamente porque saben que lo popular es lo contrario», asegura.

Considera que, en caso de esperar la aparición de la vacuna para una reapertura, se tendrá que esperar, al menos, hasta el segundo semestre del 2021 o más tiempo. De ahí que sugiere «no cerrarse en la búsqueda de maneras, como se hace en otros países, del retorno presencial» y bajo condiciones sanitarias favorables.

Para Vergara se trata de un tema «complejo de entender» y que se debe evitar «politizar». «El volver o no, cuál es la realidad de los niños o las consecuencias del regreso a clases, no es un tema partidista. No es que un partido político va depender de A o B, sino que es una realidad que estamos viviendo y de la cual nosotros nos tenemos que hacer cargo. Es muy difícil de entender cuando los diputados, por ejemplo, de oposición o incluso alcaldes de ambos sectores hoy están actuando de esta forma y están obstaculizando un proceso que es necesario», indica.

Además, no todos los grupos escolares son afectados en la misma proporción. Según Herrera, los estudiantes de enseñanza básica (primero y segundo) y aquellos que cursan cuarto medio son más vulnerables ante la inusual situación. «Es muy difícil enseñarle a leer a un niño o las aritméticas a distancia si no tienen un fuerte apoyo familiar, con conocimiento y con acompañamiento. En cuanto a los alumnos de cuarto medio se podría decir que es una generación experimental porque no se han dado ninguna de las condiciones para afrontar una prueba de transición», detalla.

El presidente de Conacep propone comenzar una vuelta a las salas con niños grandes, educarlos y, por supuesto, con estrictos controles sanitarios, distanciamiento adecuado, pocos alumnos, y en localidades en fase de apertura, por ejemplo. «Otra alternativa es que algunos días se trabaje presencialmente, se entregue material, y otro día se trabaje virtual. La flexibilidad es fundamental, y lo ha dicho el ministro Figueroa», afirma.

En caso de producirse una vuelta a las salas, Herrera advierte que sea con estrictas normas sanitarias y que no se abandone a aquellos estudiantes que, por distintos motivos, decidan no incorporarse presencialmente.

Mientras en Chile se evade el tema, existe un consenso internacional sobre la necesidad de abordar la materia. El pasado 4 de agosto el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, advirtió de las consecuencias de “la mayor disrupción que ha sufrido nunca la educación” debido a la pandemia del Covid-19. “Ahora nos enfrentamos a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas”, dijo ante el cierre de escuelas en más de 160 países, que afecta a más de 1.000 millones de estudiantes.

El jueves 20 de agosto el ex primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown -con la firma de decenas de líderes mundiales, entre ellos el ex Presidente Ricardo Lagos-,  en su calidad de Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Educación Global, escribió sobre la urgencia del tema. «El Covid-19 y el confinamiento que implica ha dejado a más de mil millones de niños sin escolarizar, y 30 millones puede que nunca regresen», se advierte en el texto del World Economic Forum.

«El desarrollo humano sostenible solo puede construirse sobre la base de una educación de calidad», afirma Brown junto con plantear una serie de medidas que debe tomar la comunidad internacional.

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