Ha habido un alza en el número de alumnos diagnosticados con trastornos de espectro autista y de lenguaje. Los datos también muestran que el tiempo que los docentes pueden dedicarles en forma exclusiva todavía es poco.
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El sistema educativo chileno distingue entre dos tipos de necesidades educativas especiales (NEE). Por un lado, están las NEE permanentes que, como su nombre indica, son presentadas por el estudiante durante su trayectoria escolar (siendo un ejemplo la discapacidad intelectual) y las NEE transitorias, que se presentan por cierto período y que luego pueden disminuir o desaparecer. En este caso, los trastornos de déficit atencional o específicos de lenguaje son algunos ejemplos.
Actualmente, existen cerca de 450 mil estudiantes con NEE transitorias y 140 mil con NEE permanentes que reciben subvenciones diferenciadas en el sistema. Es decir, alrededor de 590 mil en total.
Para educar a niños que presentan NEE, se puede optar por la modalidad regular o diferencial. En los últimos cinco años, a nivel país, el número de escolares con NEE en escuelas regulares ha ido en alza: cerca del 70% de estos niños hoy está integrado dentro de un curso bajo esta modalidad. Y desde el año 2017, este porcentaje ha aumentado 5,6 puntos.
En la actualidad, cerca del 63% de los estudiantes del sistema comparte, en el mismo curso, con al menos un estudiante que posee NEE.
“La cifra es importante. Estamos hablando de que 2 de cada 3 niños tienen en su curso a otro niño con NEE, lo que nos muestra que este no es un tema particular, un caso específico o de nicho. Es algo global del sistema“, señala Villaseca.
Política pública
Como parte del estudio, Villaseca hizo un ejercicio en el que analizó el total de horas docentes en aula por estudiante dentro de las escuelas con convenio PIE (Programa de Integración Escolar)”. “Lo que vimos acá es el número de horas que tiene cada docente dedicado, en su contrato, al aula. O sea, cuántas horas puede dedicar máximo a estar en la sala de clases. Lo mismo con los asistentes de la educación”, dice.
El llamado desde Acción Educar, a nivel de política pública, es a seguir ciertas recomendaciones, entre ellas evaluar un aumento de las subvenciones especiales por NEE, permitiendo una atención “experta, oportuna y de calidad”.
El informe a cargo de Villaseca también invita a “consolidar, simplificar, actualizar y flexibilizar la normativa existente en una Ley de Educación Especial”.
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