Según el Ministerio, la rendición de la prueba aumentaría el estrés de alumnos y profesores, pero el Consejo Nacional de Educación argumentó que era necesario para ver el impacto de la pandemia en los aprendizajes.
Escrita por Dierk G.
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El Simce 2022 ya está confirmado y tiene fecha: se realizará el 16 y 17 de noviembre para los cuartos básicos, y el 23 y el 24 del mismo mes para los segundos medios.
Con ello, se terminará el período de casi cuatro años sin realizar la medición, que pudo aplicarse correctamente por última vez en 2018. Esto, pese a que el Ministerio de Educación buscó suspender el instrumento una vez más, apuntando a que significa un estrés adicional para profesores y estudiantes en el retorno a clases presenciales tras dos años de pandemia, pero el Consejo Nacional de Educación (CNED) dictó que resulta “imprescindible” llevarlo a cabo, al menos en esos dos niveles, en Matemáticas y en Comprensión Lectora.
El Mineduc sostuvo que “no comparte” la decisión del CNED, pero que la acatará, algo que ya empezó a evidenciarse en los colegios: en los últimos días, la Agencia de la Calidad de la Educación ha informado a los sostenedores y directores que “el CNED solo acogió parcialmente la propuesta de modificar el Plan Nacional de Evaluaciones 2022”, por lo que “dando cumplimiento a su mandato legal, la Agencia implementará este proceso evaluando el currículum vigente”.
El director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, señala que “a causa del fallido intento del Mineduc por eliminar el Simce, la realización será muy desafiante dados los tiempos acotados”. Rodríguez añade que “la Agencia es autónoma: mientras menos se involucre el Mineduc, mejor”.
Por su parte, Sebastián Izquierdo, coordinador académico del CEP, sostiene que “la institucionalidad operó correctamente, en donde legítimamente un ministro de turno tiene la facultad de proponer cambios y someterlos a evaluación del CNED, y luego la Agencia ejecutar aquellas políticas públicas”.
En tanto, Karin Roa, académica de Educación de la Universidad de los Andes, afirma que “es necesario evitar la activación en zonas de sacrificio del currículum, como arte o educación física, que en ocasiones se dejan de lado para introducir repaso o ensayo para el Simce”.
María Teresa Romero de Escuelas Abiertas, plantea que “nos alegra que se vuelva a aplicar el Simce, para que se demuestren las reales consecuencias que ha traído el cierre de escuelas y tener datos concretos para recuperar aprendizajes. Es necesario que se sigan utilizando los instrumentos de medición para tomar medidas y avanzar en mejorar la educación y reducir brechas”.
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