El rector de dicho plantel valora el apoyo al sector técnico-profesional y dice que estas ayudas son mejores que la gratuidad. Entre quienes se sienten afectados por las modificaciones acusan que hay incertidumbre en el sistema.
En medio de la tramitación de la Ley de Presupuestos, y ante la amenaza de Chile Vamos de requerir la revisión del Tribunal Constitucional (TC) a la partida de educación superior, el Ejecutivo realizó cambios a la beca Bicentenario -que es para planteles tradicionales-, abriendo 3.500 cupos para las universidades privadas.
Pero también modificó los criterios de asignación de la beca Nuevo Milenio, que tiene tres versiones y que se entrega a estudiantes del sector técnico-profesional. Así, fue eliminado el requisito de que el plantel técnico no debe lucrar, o debe comprometerse a transformarse para no hacerlo, y en cambio ahora se exigirán años de acreditación.
Los cambios tendrán consecuencias en algunos planteles, que se verán beneficiados o afectados por la negociación. Entre quienes serán favorecidos están el instituto AIEP y la Escuela Moderna de Música -ambas del grupo Laureate-, que este año podían acceder a la beca 1, porque no quisieron comprometerse a cambiar a sin fines de lucro, pero que ahora accederán a la versión 2, ya que tienen los tres años de acreditación.
Con más de 97 mil estudiantes, AIEP es el plantel de educación superior más masivo del país, y su rector, Fernando Martínez, dice que cerca de 15 mil jóvenes de primer año recibirían la nueva beca. “Será algo bueno para nuestros alumnos, porque para la mayoría es difícil compatibilizar el pago de sus carreras sin estos apoyos”, explica.
El rector valora el sistema de becas, ya que “al haber un copago, existe un mayor compromiso de los estudiantes por cumplir con sus obligaciones y se genera una mayor tasa de aprobación”. Por el contrario, cree que con la gratuidad “el apoyo no se valora, y veremos el impacto de eso en las cifras de retención”.
Martínez destaca que se haga un reconocimiento al sector técnico-profesional y dice que este cambio de criterios en el sistema de becas es un avance. Pero advierte que “se mantiene la discriminación arbitraria por razones ajenas a la calidad del plantel y al nivel socioeconómico del alumno, en la idea de la gratuidad”.
Pero el hecho de que ambos planteles sean de Laureate -empresa que lucra en el extranjero- molestó a un sector de la Nueva Mayoría. El senador Jaime Quintana (PPD) dice que “esta negociación fue a la medida de las instituciones que lucran. El Gobierno cometió un profundo error, que terminará desdibujando la principal política pública de estos años”.
Los que perdieron
Con los cambios, también hay instituciones que se sienten perjudicadas. Es el caso del instituto Los Leones, del centro de formación técnica Teodoro Wickel y del instituto IPG, los que tuvieron este año la versión 2 de la beca, pero que la perderán, por tener dos años de acreditación. Así, sus nuevos estudiantes solo recibirán la versión 1.
El rector de IPG, Ricardo Sobarzo, dice que este cambio “tendrá un impacto en nuestra institución, porque los nuevos alumnos dispondrán de $260 mil menos. Lo malo de todo esto es que nos cambiaron las reglas de un día para otro”.
Sobarzo subraya que “esto es lo malo de cuando no se trabaja con leyes, sino que con glosas presupuestarias. El próximo año quizás qué cosas dirá la glosa, y eso no nos permite proyectarnos. Estamos a la deriva con lo que pueda ocurrir el próximo año, cuando creemos que se repetirá esta discusión”.
En esto coincide el rector del Teodoro Wickel, Marcelo Núñez, quien reclama que “esto no debería definirse en la Ley de Presupuestos, sino que en una ley larga”, la que en todo caso no cree que sea aprobada pronto. “Esto nos va a perjudicar, en temas económicos y en la captación de estudiantes. Pero lo lamentamos sobre todo por los estudiantes”, agrega.
El investigador Daniel Rodríguez, de Acción Educar, cree igualmente que “es dañino que la discusión se haga en la Ley de Presupuestos, cosa que debe terminar, porque debe existir una forma predecible y razonable de asignar los beneficios”.
Sin embargo, asegura que los cambios logrados “son positivos, porque la discriminación que hacía la glosa era incoherente, y ahora el sistema de becas es más razonable. Si bien hay ganadores y perdedores, este diseño es menos discriminatorio, y demuestra que la gratuidad no es coherente con el sistema”.
Por el contrario, el director de Nodo XXI, Víctor Orellana, dice que “con este presupuesto, está en ciernes un escenario similar al que había en educación antes de 2011, ya que se vuelve a la esquizofrenia de una política pública que beneficia al sector lucrativo internacional, como Laureate, y que es negociada por los mismos que crearon el Crédito con Aval del Estado. Ante eso, es urgente que las fuerzas de cambio se reagrupen y disputen la reforma a favor de la educación pública”.
Ingreso a la gratuidad
Entre las instituciones técnicas, hay 11 que tienen la posibilidad de acceder a la gratuidad, si es que comienzan a transformarse en sin fines de lucro y si tienen cuatro años de acreditación. Las que ya están confirmadas son Duoc UC e Inacap, además de planteles pequeños, como el Agrario Adolfo Matthei. Entre todos, podrían sumar cerca de 130 mil jóvenes a la gratuidad.
Por el contrario, hay dos planteles que este año iban a acceder a la gratuidad, pero que no pudieron luego que el sector técnico fuera excluido del beneficio -tras el fallo del TC- y que tampoco podrán hacerlo en 2017, pues bajaron sus años de acreditación: el Instituto de Estudios Bancarios y el centro de formación técnica Iprosec.
Ayudas
Este año fueron entregadas 182 mil becas Nuevo Milenio a 75 instituciones.