Especialistas como la directora ejecutiva de AcciónEducar, Magdalena Vergara, instan a ‘poner el foco en la educación pública, es ahí donde estamos fallando’.
Por Dierk Gotschlich y Manuel Hernández
Entre los temas que se abordaron sobre educación en el primer debate de los precandidatos presidenciales del pacto Apruebo Dignidad, estuvo la Ley de Inclusión Escolar.
Un punto que llamó la atención fue que el representante del Frente Amplio, Gabriel Boric, sostuvo que es partidario de terminar con el copago, el lucro y la selección también en los colegios particulares pagados.
El diputado dijo creer en la ‘libertad de los proyectos educativos’, pero señaló que esta debe enfocarse solo en el currículum, ‘no en la posibilidad de seleccionar alumnos por intereses ideológicos, de raza, de si están casados o no los padres’.
Boric afirmó que ‘es necesario exigirles a todas las clases sociales lo mismo que se les exige a la clase media y a los sectores más vulnerables (.). No hay ninguna justificación para que los colegios particulares pagados sigan seleccionando, lucrando y exigiendo copago’, planteó.
Dicho planteamiento, que dio pie a un debate que seguirá abierto, generó alerta entre comunidades escolares privadas, que consideran que se vulnera la libertad de enseñanza. Advierten que históricamente se ha considerado legítimo que puedan existir proyectos educativos específicos que seleccionen según la adhesión que requieren de sus propias comunidades. Por ejemplo, colegios religiosos, de cualquier credo, o de colonias extranjeras.
Servicio educativo:
Guido Crino, presidente de la Federación de Instituciones de Educación Particular (FIDE), plantea: ‘La mayoría de los colegios particulares pagados de alto prestigio no son sociedades que puedan lucrar, no están constituidos como entidades sostenedoras que tengan personalidad jurídica de sociedad, sino como instituciones sostenedoras con personalidad jurídica de fundaciones o corporaciones que no lucran y que lo único que ofrecen es un servicio educativo. Por ejemplo, los colegios británicos, italianos, alemanes, tienen todas esas características. Y la mayoría de los colegios católicos pagados también tiene esa misma característica. Todo lo que recaudan o reciben de los padres lo destinan al servicio educativo o a ampliar la gestión educativa que ellos desarrollan. Entonces, cuando él hace una afirmación universal de que no deben lucrar, no corresponde a la verdad’.
Y añade: ‘Vamos al fondo de la cosa. ¿Por qué él plantea eso? Supongo que será en función de que haya una mayor inclusión, una mayor integración educativa de distintos sectores sociales (…). Tenemos la experiencia graficada en la película Machuca’, que no basta con juntar alumnos de distintas condiciones sociales si no hay un proceso de integración educativa (.). No basta en cierto modo que no haya un proceso de admisión selectivo: se requieren otras condiciones y él no establece ningún elemento de esas otras condiciones que son necesarias’.
Sergio Herskovits, director del Instituto Hebreo, opina que ‘el gran desafío, en lugar de decir qué hay que imponerles a los colegios, es buscar de manera constructiva la cooperación entre lo público y lo privado’.
Agrega: ‘Si hay sectores de la sociedad que están preocupados por el tema de la selección, ese es un tema más en el que tenemos que sentarnos a dialogar y ver si existen posibilidades de que ese diálogo genere integración. Pero nunca lo haría por la fuerza, porque quienes lo están diciendo es gente que no conoce el sistema’.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, dice que ‘tenemos que poner el foco en la educación pública, es ahí donde estamos fallando, no porque existan los colegios particulares pagados, sino porque no hemos dado el ancho con la calidad de educación de los estudiantes’.
Para Marco Ávila, coordinador de contenidos de Fundación Chile y quien trabajó en el programa de Boric, la selección en los colegios particulares pagados ‘no permite diversidad al interior del aula, cuando la experiencia de vida es diversa. La vida natural está dada así, porque vas a trabajar e ir a la universidad donde habrá gente de distintas tendencias, orígenes, religiones, y los colegios debieran parecerse’.
Considera que ‘un colegio que selecciona lo que hace es que crea una especie de realidad falsa, una burbuja’.
Por otra parte, la propuesta levantó dudas ya que en colegios particulares pagados no existe el copago, debido a que el Estado no los subvenciona.
Ávila señala que fue una imprecisión por cómo se planteó la pregunta, y que Boric ‘cuando se refiere a lo del copago estaba hablando de los subvencionados’.