Al llegar a la primera reunión con el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, en marzo, los alcaldes de la Asociación Chilena de Municipalidades (AChM) tenían claras sus demandas. Así, la solicitud más dura fue que no se permitiera la apertura de nuevos colegios particulares subvencionados mientras se avanza en el fortalecimiento de la educación pública. A cambio, ellos no cerrarían más escuelas.
La solicitud se debió a que los representantes de más de 300 comunas han debido enfrentar una fuga masiva de alumnos hacia el sector subvencionado: en la última década han perdido más de 540 mil escolares y cerrado más de 670 colegios.
El éxodo los ha llevado, además, a tener un porcentaje importante de vacantes disponibles en sus establecimientos.
En un “escenario conservador” estimado por la Fundación Acción Educar y en base a los datos 2013, el sector municipal tendría en primero básico 28 mil cupos disponibles, lo que corresponde al 31% de la matrícula de ese sector, para ese nivel.
En tanto, los colegios particulares subvencionados tendrían 20.683 cupos sin llenar, lo que corresponde a un 15% de su matrícula para ese curso. En otras palabras, las escuelas públicas tienen, en proporción, el doble de vacantes disponibles que los colegios subvencionados.
La situación no mejora en otros niveles: se estima que en primero medio habría más de 34 mil “sillas vacías” en el sector público (34% de la matrícula) mientras que en los planteles subvencionados, unas 30 mil vacantes sin llenar.
Gestión
“Las familias sistemáticamente han preferido la educación particular subvencionada y eso implica necesariamente una mayor cantidad de vacantes en el sector municipal”, explica Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar.
Según el también ex asesor del Mineduc del gobierno de Sebastián Piñera, “el mundo municipal es menos sensible a la disminución de la matrícula a la hora de tomar decisiones de reorganización, lo que no ocurre en el mundo particular subvencionado, donde los sostenedores tienen una capacidad de reacción mucho más oportuna”.
Entre las restricciones que tienen las escuelas públicas está, según Figueroa, el estatuto docente, además de que “las decisiones administrativas son más lentas”. Por lo mismo, sostiene que “uno debiese dotar a los municipios de flexibilidad”, para temas docentes y de gestión.
El encargado del área de educación de la AChM, alcalde Gonzalo Navarrete, asegura que el estatuto docente ya no es el tema principal que afecta a las escuelas públicas. Eso sí, indica que hay cerca de 270 comunas que tienen problemas de gestión, “por lo pequeñas que son las estructuras municipales”.
En esa línea, sostiene que es necesario que haya más apoyo desde el ministerio, según señaló el jefe comunal.