La Agencia de Calidad prevé que las brechas identificadas en 2020 persistirían en el test de marzo y abril. A mitad de año habrá un monitoreo para ver avances.
Por Dierk Gotschlich y Javiera Herrera
Tanto en sus aprendizajes como a nivel socioemocional, la pandemia ha perjudicado a niños y adolescentes, por lo que se ha buscado medir el impacto que ha tenido el confinamiento y las complejidades de la educación a distancia para estos.
Así, entre marzo y mediados de abril, la Agencia de Calidad de la Educación aplicó el Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA), en el que participaron 7.896 establecimientos del país. Esto permitió recabar información de 1.876.920 estudiantes en Matemáticas y Lectura, pero también en el aspecto socioemocional. La prueba de Lectura fue la más rendida, con 1,5 millones de ejemplares contestados.
La entidad entrega los reportes a los colegios de manera inmediata, con la situación de sus alumnos y las debilidades detectadas, y hoy está procesando los datos a nivel país para darlos a conocer.
No obstante, el secretario ejecutivo de la Agencia, Daniel Rodríguez, adelanta a “El Mercurio” que “hay tendencias que identificamos y que sabemos que se van a mantener, ya que es en la educación media, y en particular en Matemáticas, donde el problema es más grave”.
En el verano, la Agencia ya había dado a conocer los resultados del primer DIA, aplicado el segundo semestre de 2020. Estos evidenciaron que a partir de 6º básico, los resultados de los alumnos eran más bajos que lo esperado en ambas asignaturas. En Matemáticas, de hecho, los alumnos de 2º medio obtuvieron un 38% de lo esperado. En 1º medio, un 46% y en 8º básico, un 47%.
Rodríguez concluye que “por las características de la disciplina, la ausencia de clases presenciales parece ser mucho más dañina para los estudiantes”. Por lo mismo, postula que “es necesario mantener la atención y el monitoreo en cada establecimiento del país”.
Magdalena Vergara, directora ejecutiva de Acción Educar, advierte algo que también ha sido planteado por la Agencia: la voluntariedad de la medición genera que los colegios y los alumnos se “autoseleccionen”. “Si un estudiante en la mitad de la prueba se da cuenta de que no sabe, deja de hacerla”, acota. Y siendo ese el panorama, asevera que “la realidad es mucho más grave de la que incluso están dando cuenta los datos. Pero si queremos dar cuenta de esto, tenemos que buscar soluciones ahora”.
Bienestar emocional:
Otro resultado que arrojó el diagnóstico de 2020, y que preocupa porque también se mantendría, es que en el plano socioemocional los menores señalaron sentirse “con menos ganas de hacer cosas”, entre otros puntos, sobre todo en la enseñanza media y afectando más a las mujeres.
Vergara apunta que “eso podría deberse, por ejemplo, a que las labores del hogar se concentran en mayor medida en ellas”.
La directora de Pedagogía en Educación Media de la U. Diego Portales, Ruth Arce, plantea que “es una realidad muy dura, porque llevábamos varios años en los cuales se había ido produciendo un cambio en la mentalidad, pero esto demuestra que las condiciones para aprender desde la casa no son iguales para niños y niñas”.
Nuevo análisis:
Con todo, el DIA es un primer paso para medir el estado en que están los escolares. En junio, la Agencia realizará un monitoreo, también con resultados inmediatos, para ver cómo han ido evolucionando los menores en relación con las pruebas de inicio de año.
Frases destacadas:
Secretario ejecutivo Agencia de Calidad, Daniel Rodríguez: “Los resultados muestran que es urgente enfocarse en Matemáticas, en educación media. Es allí donde, al parecer, la ausencia de clases resulta más dañina”.
Directora ejecutiva de Acción Educar, Magdalena Vergara: “Se le ha dado poco valor al rezago de aprendizajes y a las brechas (…). Estamos teniendo niños que no están aprendiendo a leer, a escribir y eso va a afectar su desarrollo futuro”.
Uno de cada cuatro jardines infantiles que pueden abrir en la RM lo ha hecho
Los jardines infantiles y salas cunas tienen prohibido, al igual que los otros establecimientos, funcionar en comunas en cuarentena. Así, los cierres impactan económicamente a los jardines particulares, pero también complica el escenario para cuando quieran reabrir.
En la Región Metropolitana, por ejemplo, solo 34 recintos de educación parvularia han vuelto a la presencialidad en las 10 comunas que el jueves avanzaron a la fase 2 del plan “Paso a paso”, lo que representa un 25% de los que podrían hacerlo.
Bárbara Aguilera, sostenedora del jardín infantil Donde Termina el Arcoíris, en Peñalolén, dice que “muchos de los jardines que están a mi alrededor quebraron porque no pudieron sustentar los arriendos”.
Lo mismo constata Sebastián Thienel, sostenedor del jardín infantil y sala cuna Tía Bea, en Ñuñoa, que pudo reabrir esta semana. “Financieramente ha sido una situación extremadamente complicada”, afirma.
La subsecretaria de Educación Parvularia, María Jesús Honorato, plantea que pronto se anunciará una ayuda interministerial para los jardines particulares: “Son fondos que ya están aprobados y servirán de ayuda en estas situaciones para evitar la quiebra”.