En dos semanas más, el martes 22, vence el plazo para que las instituciones de educación superior que cumplen con los requisitos para acceder a la gratuidad 2016 -entre ellas, 28 universidades y seis recintos técnicos- informen su adhesión a esta política, que beneficiaría a 200 mil jóvenes.
La decisión, sin embargo, también dependerá del resultado que tenga el requerimiento que 31 diputados de Chile Vamos presentaron ante el Tribunal Constitucional (TC) para impugnar la gratuidad, por considerar que discrimina a estudiantes vulnerables y que su legislación, a través de la Ley de Presupuestos, fue incorrecta.
En ese escenario, 19 organizaciones asistirán mañana a una audiencia en el TC, donde cada una tendrá 10 minutos para plantearse a favor o en contra del requerimiento.
Entre los expositores habrá representantes de las bancadas de los partidos Comunista, Socialista e Izquierda Ciudadana. Además, asistirá el director del Instituto Igualdad y ex vocero de gobierno, Álvaro Elizalde. Todos rechazarán el recurso opositor y pedirán que la gratuidad sea declarada constitucional.
También asistirán voceros de las fundaciones Jaime Guzmán, Acción Educar y Centro de Justicia Constitucional (de la Universidad del Desarrollo), quienes son críticos de la forma en que se diseñó esta política.
Igualmente, expondrán representantes de diversas universidades e instituciones técnicas (ver recuadro).
Los argumentos
Según documentos ya entregados al TC, uno de los puntos que centrarán el debate será la supuesta discriminación de la gratuidad: la oposición acusa que un estudiante vulnerable podría ser o no beneficiado dependiendo del plantel en el que estudie.
Por ejemplo, el Centro de Justicia Constitucional dice que la política busca otorgar gratuidad a jóvenes según su vulnerabilidad, por lo que es “arbitrario excluir a unos estudiantes respecto de otros en relación a un beneficio que va dirigido a una finalidad” que cumple todo el grupo de alumnos vulnerables.
La abogada constitucionalista Ángela Vivanco (en nombre de Vertebral) plantea que la entrega de la gratuidad dependerá de si el plantel es del Consejo de Rectores (CRUCh), o tiene cuatro años de acreditación (privadas).
Pero añade que “tal elegibilidad no depende de condiciones generales propias del sistema jurídico chileno, tales como la acreditación institucional”.
Por su parte, Acción Educar advierte que “los cambios estructurales introducidos en las glosas que se impugnan serán permanentes, lo que confirma la necesidad de discutirlos siguiendo el procedimiento” que fija la Constitución.
Otros no piensan lo mismo. El texto del CRUCh dice que “generar una política pública inclusiva, como la que se promueve en la Ley de Presupuestos, no es discriminatorio”, ya que estas históricamente han buscado promover “el ideal de institución universitaria”.
En ese contexto, añade que asegurar que los recursos lleguen a planteles que tengan fines de interés nacional “no constituye en sí mismo una diferenciación irracional, arbitraria o que deba interpretarse como no autorizada por la Constitución”.
A su turno, la bancada PC afirma que la selección de planteles tradicionales para otorgar el beneficio “corresponde a un criterio ya recogido en nuestra legislación que tiene un fundamento racional, por lo que la objeción sobre una supuesta distinción arbitraria debe ser descartada”.
Y agrega que no es un error legislar este beneficio en una glosa presupuestaria, pues “no modifica ninguna ley especial, sino que solo establece las condiciones para su asignación”.
“Un pequeño paso”
El sexto expositor ante el TC será el rector de la U. Alberto Hurtado, Fernando Montes. Cuando el Gobierno anunció la gratuidad, él -a pesar de ser cercano al entonces ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre- la cuestionó por considerar que no beneficiaba a los estudiantes más pobres.
Ahora, cuando su plantel está entre los beneficiados, afirma que “la discriminación está en la base (del sistema), y en cierta manera estamos dando un pequeño paso adelante”. También critica a la oposición por plantear ahora el tema. “La discriminación no la creará esta glosa, ya existe”.
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