Decreto que oficializó su cierre también informó que se generará otra instancia consultiva. Rectores y especialistas piden contar con una coordinación que incluya a todos los actores del sistema.
Escrita por Dierk G.
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Como la primera y única instancia que reunía a todas las instituciones de la enseñanza terciaria fue reconocido el Consejo Asesor para la Educación Superior, que se creó en 2021, pero no duró más de un año: fue disuelto por el Ejecutivo en julio.
La iniciativa fue valorada por su transversalidad, debido a que reunió a planteles técnicos y profesionales, además de los de las Fuerzas Armadas, en busca de colaborar con el Ministerio de Educación en políticas para el sistema. Aunque no fue vinculante, contaba con presupuesto propio, que incluso ya tenía asignado para este año.
Por ello, causó sorpresa, y molestia en algunos grupos, que en el Diario Oficial se publicara su disolución sin aviso previo, a tal punto que algunos rectores de universidades señalaron haberse “enterado por la prensa” de la situación.
Daniel Rodríguez, director ejecutivo de Acción Educar, señaló que “cuesta entender la lógica detrás de cortar puentes con la Subsecretaría y las instituciones”. En esa línea, agregó que “es sabido que el CRUCH desconfiaba de esta instancia por miedo a perder su capacidad de presión, pero la Subsecretaría debió tener visión de Estado. Al igual que ocurre con el Colegio de Profesores, este Ministerio parece ser incapaz de anteponer el bien del sistema ante presiones de grupos de interés que le son afines”.
El rector de la Pontificia Universidad Católica, Ignacio Sánchez, sostuvo que “el CRUCH cumple su objetivo; sin embargo, en este consejo se podía articular el sistema. Sería un gran error no restablecer una instancia de trabajo conjunto de este tipo”.
Por su parte, José Joaquín Brunner, académico de la Universidad Diego Portales, remarcó que “llama la atención que, en una época en que estamos buscando ampliar la participación y darles más protagonismo a las instituciones en la base de la sociedad, se suprima el único instrumento que había para auscultar opiniones”.
El ex ministro de Educación y hoy director del Instituto de Políticas Públicas de la Universidad Andrés Bello, Raúl Figueroa, señaló que “era una instancia única de participación y diálogo, que llenaba un vacío institucional. Su disolución limita las posibilidades de desarrollo global del sistema y da cuenta de una mirada restringida”.
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