Cuando Fernanda Guzmán decidió estudiar Ingeniería Civil en la U. Católica, sabía que la mayoría de sus compañeros serían hombres. Pero no por eso iba a dejar de lado su gusto por las matemáticas, comenta, y menos sus ganas de estudiar una carrera “que permite hacer muchas cosas”
“Es verdad que hay muchos más hombres, pero también es algo que está cambiando. En mi generación ya hay un 25% de mujeres, que no es poco”, dice la estudiante. También estima que el campo laboral para las mujeres en disciplinas como la suya es cada vez más amplio. “Aunque nos pagan menos, en las empresas están contratando más mujeres, porque aportamos una visión distinta”, agrega.
Las mujeres son un grupo cada vez más importante que se interesa por la educación superior, y por las carreras que tradicionalmente eran escogidas por hombres.
Según los datos del Servicio de Información de Educación Superior del Mineduc (SIES), el año pasado hubo más de un millón cien mil alumnos en una carrera de pregrado, y más de la mitad fueron mujeres: se registraron 592 mil matriculadas -el 52%- versus 551 mil hombres.
En 2010 este panorama fue más reñido y las mujeres representaron el 50,9% de la matrícula total de pregrado.
Según las estadísticas, el área preferida por las mujeres sigue siendo la de Salud, que contó con más de 165 mil inscritas; con esto, representan el 75% del total de matriculados en carreras de esa área. Le sigue Administración y Comercio -con carreras como Ingeniería Comercial o Contabilidad-, donde hubo 107 mil registradas. Esto representa un alza de 33% en comparación a 2010, cuando hubo cerca de 26 mil alumnas menos en esta área.
Pero en áreas históricamente dominadas por hombres es donde se vieron movimientos aun más llamativos: en Tecnología, el alza femenina fue de 65,5%. El año pasado hubo más de 79 mil matriculadas, mientras que a comienzos de década, las interesadas bordeaban las 48 mil en todo el país.
Algo similar ocurre en Ciencias Básicas, que abarca desde la Astronomía a la Química, donde las matriculadas pasaron de 6.700 en 2010, a casi ocho mil el año pasado, lo que representa un aumento del 12%.
Mirando más en detalle, la carrera de Ingeniería Civil en Minas -también de esta área- tuvo un crecimiento de 285% en mujeres matriculadas y en Ingeniería Civil subieron 128%.
Razones
Uno de los motivos de este fenómeno serían las mayores posibilidades de acceso a la educación superior, “tanto a nivel escolar, donde todos salen con cierto nivel de preparación que les permite acceder a la educación superior, como por las posibilidades para acceder a la educación superior”, sostiene el director de Acción Educar, Raúl Figueroa.
De hecho, planteles como la Universidad de Chile han desarrollado planes específicos para, por ejemplo, aumentar la presencia femenina en Ingeniería Civil.
Carlos Livacic, doctor en sociología de la U. San Sebastián, añade que “se está dando una feminización del rol. Es decir, actividades, oficios o rubros que se entendían solo para hombres, también pueden ser desarrollados por mujeres”, y si una mujer prefiere una carrera que es típicamente de hombre, “no va a existir castigo social”.
El experto explica que “en la medida que se vean más personas (haciendo una actividad), voy a entenderlo como algo cotidiano. Si se ve a alguien haciendo una función que históricamente se pensó que era de hombres, esa visión va a cambiar (…) en la medida que se vea que los resultados son eficientes”.
Un tercer factor que explicaría el interés de las mujeres por las carreras más “masculinas”, son los cambios del mercado laboral.
“Hace un tiempo, el campo laboral se entendía que era muy duro y solo apto para hombres. Ahora, con los avances y la madurez que ha alcanzado el país, se entiende que no solo ellos están en condiciones de cumplir cabalmente las funciones que las carreras requieren y por lo tanto se abren también a mujeres, que están en igualdad de condiciones”, indica el director de Acción Educar.
Académicas
Según el último informe del SIES, el año pasado 82.515 profesores hicieron clases en la educación superior. Esta cifra también ha aumentado cerca de 25% desde 2010, pero el mayor incremento se dio en las académicas.
Las profesoras pasaron de ser 27 mil a inicios de la década a más de 35 mil el año pasado. Ya representan a casi el 43% de los docentes del sistema.
Livacic sostiene que “la mujer, al ir acaparando áreas que le parecieron rechazadas, para sobresalir o mantenerse tiene que especializarse”. Y postula que uno de los efectos es que puedan acceder a puestos en la academia y en la investigación. Critica, eso sí, que a pesar de que las mujeres han llegado a vicerrectorías en las universidades, aun es raro verlas en las rectorías.
“Se está dando una feminización del rol. Oficios que se entendían solo para hombres, también pueden ser desarrollados por mujeres”. CARLOS LIVACIC, Doctor en sociología, U. San Sebastián.
“El campo laboral se entendía que era duro y apto para hombres. Ahora se entiende que no solo ellos están en condiciones de cumplir las funciones”. RAÚL FIGUEROA, Director Acción Educar.