Raúl Figueroa, director ejecutivo Acción Educar:
“(Las tareas) son parte de los asuntos que corresponde decidir a cada establecimiento y son un rasgo característico de un determinado proyecto educativo. Y pretender que eso se regule por ley, es una intromisión en la autonomía de los colegios.
“Hay colegios que son más intensivos que otros en enviar trabajo a la casa, y lo importante es que los padres utilicen ese elemento como uno más para decidir dónde estudian sus hijos. (Las tareas) tienen aspectos positivos, como desarrollar hábitos de estudio, que luego se traducen en una adecuada utilización del tiempo y una buena organización, que incluso los beneficia en la educación superior y en el mundo del trabajo”.
“Pero determinar el adecuado equilibrio de las horas de trabajo en la casa corresponde a cada comunidad educativa y no al Congreso de la República”.