A través de la Ley de Presupuestos, todos los años, el Ministerio de Educación (Mineduc) asigna fondos para apoyar la calidad de enseñanza y mejorar la infraestructura de los colegios municipales, entre ellos, los 529 liceos técnicos profesionales del sector, los que tienen 139 mil estudiantes matriculados.
Sin embargo, el año pasado fue ejecutada un poco más de la mitad de los recursos que estos planteles tenían disponibles para apoyar el desarrollo de sus actividades: tres programas para este tipo de establecimiento, con un presupuesto de $27.426 millones, de los cuales sobraron $12.313 millones.
Según el balance de la Dirección de Presupuestos (Dipres), el año pasado se gastó el 47% de los $844 millones que tenían los liceos técnicos en el programa de fortalecimiento a la educación escolar pública. Además, se ejecutó el 55,7% de los recursos para mejoramiento de la calidad de la educación de estos colegios.
Pero el programa más grande es el de mejora en infraestructura escolar: de los $24.435 millones que tenían los colegios técnicos, solo se usó el 55,3%.
Según explicaron en el Mineduc, este último caso se explica porque la ejecución de estos proyectos es “de responsabilidad de los sostenedores”, quienes deben implementar los procesos de licitación, adquisición, instalación y capacitación, usando los recursos disponibles.
Además, añaden, los convenios para asignar el presupuesto establecen un plazo máximo para que los sostenedores adquieran la totalidad del equipamiento contemplado en cada uno de los proyectos adjudicados. Sin embargo, “el sostenedor decide cuándo realizar cada uno” de los procesos de licitación o adquisición de equipamiento.
En la cartera detallan que el presupuesto se confecciona considerando la información obtenida de los sostenedores respecto de las fechas en las cuales proyectaban licitar o adquirir el equipamiento, y que por eso solicitaron al fisco más recursos de los que se gastaron.
Fomentar el uso de los recursos
Pero aún es posible mejorar la ejecución de los recursos. Así lo cree Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, quien dice que “a veces un control excesivo lleva a que los colegios paralicen sus inversiones, pensando en que estas pueden ser rechazadas, y se debe fomentar el uso de estos recursos”.
Agrega que la inversión debe usarse para “facilitar la coordinación entre los liceos y el mundo productivo, para que se transformen en una herramienta real que permita a esos jóvenes ubicarse tempranamente en el mundo laboral”.
Otras asignaciones que tuvieron una baja ejecución en 2015 fueron el programa para infraestructura de liceos tradicionales municipales (35,7%), la asignación para pasar un semestre en el extranjero que posee la Beca Vocación de Profesor (51,8%) y el programa de infraestructura para establecimientos subvencionados (23,1%).
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