Según rectores y académicos, la enseñanza técnica no ha sido lo suficientemente abordada por las reformas, por lo que es necesario plantear un plan de trabajo.
Un duro diagnóstico realizó la Comisión Nacional de Productividad a la educación técnica del país. Esto porque un informe encargado por el Gobierno para elaborar un plan de desarrollo de competencias laborales, y que fue dado a conocer ayer por “El Mercurio”, analiza las deficiencias en el mundo técnico, relacionadas con falta de coordinación con la enseñanza media y desactualización en los currículum de egreso.
Es un diagnóstico que comparten expertos del área y también algunos rectores. Según ellos, la educación técnica hace años que debe ser analizada en profundidad para detener el avance de estas dificultades.
Ricardo Paredes, rector del DUOC UC, plantea que se trata de un área que ha sido postergada en las mejoras de la educación superior. “Concordamos con mucho del informe, pero nuestra crítica tiene que ver con que el diagnóstico no distingue lo que es propio de la educación técnica de lo que es general en la educación chilena, problemas transversales”, explica.
Añade, además, que “hay que analizar la heterogeneidad que existe entre las instituciones, porque hay unas que son buenas y rescatables y no se les debe juzgar por las malas”.
Desde Vertebral, el consejo de institutos profesionales y centros de formación técnica acreditados, la secretaria ejecutiva, Patricia Noda, sostiene que “algunas de estas propuestas ya se las habíamos hecho al Gobierno, desde 2014, pero no habían sido escuchadas”.
Por eso, el informe llega en un momento preciso, porque “se está discutiendo la reforma, por lo que se debe tener en cuenta, por ejemplo, lo del diálogo entre el mundo empresarial y el de la formación”.
Según el análisis de la comisión, que aún está en proceso, el problema parte en la enseñanza media, ya que hay poca relación entre esta y la formación superior, porque los programas no están integrados.
Además, en el caso de los institutos y centros, pese a que puedan tener buenos programas, estos no necesariamente atienden las necesidades del sector empresarial o no alcanzan a modernizarse para las nuevas tecnologías.
Para José Joaquín Brunner, especialista del Centro de Políticas Comparadas de Educación de la Universidad Diego Portales, “ha habido un desarrollo robusto del nivel de la educación técnica superior, con una participación importante en la matrícula”.
Pero el sector “presenta una serie de debilidades conocidas, como lo es en la educación secundaria por la escasa atención que se les da a estos liceos”, analiza. Frente a esto “hay una distancia entre el sector productivo y el funcionamiento de los establecimientos, y la política no ha dado señales claras de lo que espera del desarrollo de esta educación a futuro”.
En esa línea, Raúl Figueroa, director ejecutivo de Acción Educar, afirma que las falencias ya han sido identificadas antes y que por eso hoy es necesario abordar la discusión hacia mejorar su “vinculación con el sector productivo e integrarla con la enseñanza media”.
Según el especialista, un elemento importante es el tiempo que se le ha dado a “una discusión que se aleja de las verdaderas necesidades de esta, que representa la mitad de la matrícula de los jóvenes que estudian en la educación superior”.