Desde el Mineduc y Acción Educar cuestionaron que el Colegio de Profesores se uniera a la convocatoria.
Por D. Gotschlich
Ayer, en la antesala de la conmemoración del Día de los Trabajadores, inició la movilización convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) en contra de la gestión del Gobierno en la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia.
Al llamado a una huelga general adhirieron la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF), la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios de Chile (Aces), el Colegio de Profesores y diferentes agrupaciones sociales que se manifestaron en las calles de varias ciudades. Incluso, desde la mañana, aprovechando la franja horaria para hacer deporte, en diferentes puntos hubo manifestaciones.
Bárbara Figueroa, presidenta de la CUT, señaló que ‘queremos dar una señal importante al país y a compartir e informar con los dirigentes y dirigentas sindicales en esta jornada tan relevante para nosotros’.
El presidente del Colegio de Profesores, Carlos Díaz, planteó que ‘esta situación se dio a lo largo y ancho de todo el país, porque hemos tenido reportes de todas las comunas y regiones, en varios lugares fueron a dejar cartas a las respectivas intendencias y gobernaciones en forma de protesta’.
Operación de colegios
Díaz dice que aún están recabando antecedentes sobre la adhesión a la convocatoria, pero que la próxima semana seguirán en reuniones con otras organizaciones.
Por su parte, el ministro de Educación, Raúl Figueroa, dice que la cartera tampoco maneja una estimación de establecimientos que se hayan sumado al paro. Pero sí criticó la movilización: ‘Sabemos que el 90% de los profesores en Chile han recibido su vacuna, y llama mucho la atención que el Colegio de Profesores llame a un paro por la política sanitaria’.
Esa opinión la comparte la directora ejecutiva de Acción Educar, Magdalena Vergara, que considera que ‘es lamentable, una vez más, la actitud del Colegio de Profesores y otros dirigentes educativos sumándose a un paro’.
Vergara plantea que la pérdida de clases seguirá agravando el impacto de la pandemia en los estudiantes, por lo que añade que ‘no podemos seguir irreverentes ante el actuar interesado de un grupo que afecta tan gravemente el bienestar de los niños y adolescentes’.