Por: Valentina González.
Directora de Educación Municipal afirma que se apoyarán en la tecnología para suplir los contenidos que faltan. El Mineduc, en tanto, pide a la comunidad ‘velar por la continuidad’ de los aprendizajes.La Región Metropolitana será puesta a prueba hoy, cuando la congestión vial refleje el masivo regreso a clases de los escolares. Son 1.516 los colegios que retoman hoy sus actividades y 688 mil los alumnos que volverán, cifra que supera a los 621 mil que habían ingresado hasta ayer.
Uno de los liceos que reabren sus puertas es el Instituto Nacional (IN) en Santiago. El tradicional recinto también vivirá momentos desafiantes: será el retorno a las aulas luego de cuatro meses, ya que el establecimiento inició el cierre anticipado del año a fines de octubre.
Las secuelas de la violencia y la suspensión de clases son varias. Una de ellas la revela un informe que el municipio hizo llegar durante el verano a los diputados de la Comisión de Educación, para dar cuenta de cómo se había definido y preparado la clausura del año. Al analizar el nivel de implementación del currículo en el IN, se detectó que había, ‘de manera general, un promedio de 58% de cobertura’.
¿Y lo que faltó? La directora de Educación Municipal de Santiago, Yoris Rojas, afirma que se reforzarán ‘los objetivos de aprendizaje potenciando las habilidades de los estudiantes con el apoyo de herramientas tecnológicas’. Desde el año pasado, explica, comenzaron a disponer contenidos en la web del liceo.
La exrectora del IN Lilí Orell -quien terminó su período la semana pasada y fue reemplazada por la profesora Patricia Beltrán- añade que durante el verano se trabajó en preparar una ‘unidad cero’ para los estudiantes. Eso implicaría usar los primeros días de marzo, señala, para que se ‘retomen los vacíos que pudieron haber quedado’.
Con todo, las brechas preocupan a las familias. Elba Martínez, presidenta del Centro de Padres (Cepain), señala que aunque cada joven pueda estudiar por su cuenta, ‘no es lo mismo que estar en clases, nunca será lo mismo’.
El ministro de Educación, Raúl Figueroa, advierte que ‘la interrupción de las clases tiene efectos negativos diversos, tanto en los aprendizajes como en las habilidades socioemocionales’. Esto, señala, ‘genera rezagos en el desarrollo que posteriormente se arrastran, perjudicando a los estudiantes a lo largo de toda su trayectoria’. Por esto, pidió a la comunidad velar por la continuidad de las clases.
A juicio de Magdalena Vergara, directora de Acción Educar, ‘el problema no es solo que se dejen de ver los contenidos que corresponden -que ya es grave-, sino también el contexto de violencia y el clima que envuelve al colegio. Afecta la formación de esos estudiantes, lo que vulnera su derecho a la educación’.
Más consecuencias
Según datos obtenidos por Ley de Transparencia, durante el irregular 2019 del IN, un total de 277 alumnos dejaron el liceo. A fines de enero aún quedaban cerca de 100 cupos libres, incluyendo 44 para 4º medio. Prácticamente un curso completo.
Orell afirma que la violencia vista el año pasado corresponde a grupos minoritarios, y destaca que el liceo lograra cerrar su año, incluso con una ceremonia de licenciatura.
Asegura que en los desmanes habrían participado externos al liceo. ‘Cuando uno es profesor, uno mira y sabe que es un estudiante, porque son más desgarbados, por el físico (.). Venían personas que, primero, no eran tan jóvenes; se notaba en la estructura física. También la forma en que ellas se movían: desconocían el colegio. Un alumno sabe exactamente por dónde ir, y de repente había personas que chocaban con una pared, y decíamos ese no es de acá”, revela.
Tras seis meses en la rectoría, afirma que nunca sintió temor por su seguridad. Sí, admite, por el patrimonio que vio en riesgo en momentos como el intento de ataque a su oficina: ‘Imagínese estar ahí, ver a José Miguel Carrera todos los días en tu oficina. son hitos históricos que uno, como profe’, también respeta. Entonces, dije: Si queman esto, queman la historia”.