Expertos apuntan, como una de las causas, a un mayor compromiso de los padres con los proyectos educativos de estos establecimientos.
Si actualmente son 60, la meta que se fijó el Gobierno es aumentar a 300 los Liceos Bicentenario durante esta administración. Con datos a la mano, el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa, califica la fórmula como ‘exitosa’ y comenta que ‘el programa permitió generar un cambio cultural muy positivo dentro de los establecimientos’.
Según la autoridad, esto se reflejaría en ‘una combinación virtuosa del compromiso de las familias, los docentes y los directivos’ con el proyecto educativo, al punto que los Liceos Bicentenario obtienen mejores resultados que los denominados emblemáticos en la prueba Simce e igualan los de colegios particulares.
La buena evaluación que realiza el Ejecutivo acerca de este tipo de establecimientos queda reflejada, además, en un estudio del Centro de Políticas Públicas de la Facultad de Gobierno de la U. del Desarrollo (UDD), que evidenció que estos recintos han mejorado su rendimiento en distintas áreas desde que comenzaron a funcionar, en 2011. La investigación -realizada por Pablo Araya y Francisca Dussaillant- constató que los Liceos Bicentenario aumentaron sus puntajes en las pruebas Simce. Tomando en cuenta el examen de 2014, lograron 58 puntos más en Matemática que los colegios públicos, aunque nueve menos que los particulares.
Eso sí, superaron a las instituciones privadas en el test de Lenguaje.
¿Y los tradicionales?
El informe de la UDD plantea que los Liceos Bicentenario alcanzan mejores resultados que los llamados emblemáticos.
‘Se están desempeñando al nivel más alto, superando incluso a los colegios públicos selectivos tradicionales’, se lee en el análisis. Un ejemplo: el Bicentenario San Pedro de Puente Alto, que no selecciona a sus estudiantes, obtuvo 383 puntos en el último Simce de Matemática, 46 unidades más que el Instituto Nacional.
Ambos, eso sí, están cerca de 100 puntos por sobre la media nacional. Asimismo, los alumnos de 2° medio del Bicentenario Indómito de Purén (La Araucanía) obtuvieron 311 puntos en Matemática, mientras que sus pares del Liceo Lastarria de Providencia promediaron 302 y las del Liceo 7 de Niñas, solo 292. Mauricio Bravo, investigador del Centro de Políticas Públicas de la UDD, afirma que un factor importante es la motivación que tienen los estudiantes cuando acceden a establecimientos considerados de alto rendimiento.
‘Los Liceos Bicentenario están dando la posibilidad a alumnos que no pueden entrar a un emblemático, por ejemplo, por temas de distancia, porque (los tradicionales) están principalmente en Santiago’, dice.
Este compromiso explicaría, también, las mejoras en los niveles de asistencia y la disminución en 5 puntos porcentuales de la deserción desde que se inició el proyecto.
Visiones contrapuestas
Para el director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, ‘la ganancia que se observa en los resultados Simce es muy alta y robusta, y no parece estar relacionada a la selección’.
Este punto, precisamente, ha sido objeto de críticas de parte de algunos expertos, ya que ciertos planteles pidieron una nota mínima en la postulación. Gonzalo Muñoz, académico de la Facultad de Educación de la U. Diego Portales y jefe de educación general del Mineduc en el gobierno anterior, advierte que si bien hay Liceos Bicentenario ‘que hacen una excelente labor (.), las experiencias más potentes van a ser siempre aquellas que no basan su proyecto educativo en la selección de estudiantes’.
Así, apunta a que ‘el problema esencial de este tipo de políticas es que abandona el desafío de mejorar la calidad educativa de todo el sistema, centrando su atención únicamente en un puñado de establecimientos’.
Bravo acota que, a su juicio, los padres vuelven a valorar la educación pública cuando ven el buen rendimiento de los Bicentenario, por lo que se ‘autoseleccionan escogiendo un colegio de buena calidad’. Asimismo, el subsecretario Figueroa descarta que estos colegios provoquen una segregación en el sistema. ‘Los Liceos Bicentenario operan exactamente bajo las mismas normas que el resto de los establecimientos’, dice.
‘Si bien en su oportunidad recibieron dinero para el desarrollo específico de ciertos proyectos, esa no es la causa de sus buenos resultados’, puntualiza.